diecisiete.

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Jimin, no sabía bien por dónde empezar, nadie se había movilizado, todos estaban exhaustos por tantos imprevistos de esa boda que pintaba para ser tan lujosa, exitosa y próspera; grande gente adinerada estaba reunida ahí

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Jimin, no sabía bien por dónde empezar, nadie se había movilizado, todos estaban exhaustos por tantos imprevistos de esa boda que pintaba para ser tan lujosa, exitosa y próspera; grande gente adinerada estaba reunida ahí. Mucha gente con buenos puestos, con cheques de millones y vida de lujo, otros tantos deportistas mediocres que gozaban de destruir fiestas, en esa fiesta hubo de todo, diferentes nacionalidades, diferentes estatus sociales, todo, fue una fiesta que no se cerró a nada, es más, hasta tuvo tremenda famosa en ese lugar, cosa que Jimin no sabía.

Estaba tan decaída y cabizbaja porque nadie le hizo caso a la voz de Jaeyun y todo el mundo las observó atentamente como si fueran un trío de loquitos que pedían elefantes rosas, los veían como si estuvieran safados de la cabeza, y nadie, nadie quiso ayudarlos.

—No importa Jimin, nosotros buscaremos en esos treinta y dos pisos, ¿Está bien?— No iban a terminar en un día, eso era seguro. Solo eran tres personas, para sepa' cuántas habitaciones había en todo el lugar, no era justo, no se sentía justo. ¿Por qué todo lo malo le pasaba a Jimin? Aseguraba que debía ir con una curandera a que la limpiara porque esa mala suerte no existía ni en viernes trece.

Aún así no se quiso dar por vencida, limpió sus zapatos llenos de pastel y estaba dispuesta a empezar a buscar en todo el hotel. No importaba si no dormía, si las horas pasaban o los pies le dolían, no importaba, ella debía saber dónde estaba Kim Minjeong, saber qué rayos pasaba con ella y por qué lo había dejado en plena fiesta. Le debía toda una granja de animales a su lado, no podía irse como si nada, no podía dejarla ahí, se aferraba a la idea de que Minjeong era diferente a cualquier otro ser que conoció; era como una hada de campo, sí, así mismo se lo imaginaba.

Estaban por irse, cuando alguien llamó a Yeji, la llamó casi con burla, como si no quisiera decir la verdad que conocía y fuera más por compromiso. A pesar de que llamaron a la novia, las tres fueron en caminito a ver qué era lo que Julie, la amiga de Anatchaya, tenía por decirle. Ellos se acercaron a la mesa de las seudodeportistas y todas se reían entre dientes ahí. Es como si los años no hubieran pasado y Jimin siguiera siendo carnada de esas idiotas.

— ¿Qué pasó, Julie?— Incluso el simple nombre le irritaba a Jimin. Odiaba a Julie, a Anatchaya, a Hyewon y a Haneul, y eso solo por mencionar a algunas. Aún faltaban muchas que formaban parte de la lista negra de Jimin.

Julie fingió inocencia, y con la mejor cara de mosca muerta, preguntó con voz demasiado fingida un...

— ¿A quién buscan?— como si ella no fuera culpable de toda la estampida que llegó, como si ella no fuera la mayor hija de puta cancelada en todas las redes sociales, más en Twitter, donde el odio por la usuaria de @jullslife era hasta trending topic, por todos los comentarios que recibía en ese momento. Las fans de Aespa eran completamente defensoras.

— Estamos buscando a una chica, su nombre es Kim Minjeong. ¿La han visto? — Todas fingieron demencia y se miraron entre ellas como si se preguntaran si la habían visto.

encantada ♡ winrina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora