"Yo alguna vez me enamoré del sol, o por lo menos creí amarlo, hasta que una noche, mientras miraba el techo, supe que nunca sería mi hogar. Ella no era para mí, y tal vez para mí no era un 'ella', lo supe en cuanto vi sus ojos enamorados de mí y mi corazón ya no palpitó al sentir todo lo que ella podía darme. Nunca me enamoré de un él, pero me duele que ella sí se enamoró de mí."
Yeji siempre le gustó la escritura, y siempre había escrito cosas tan banales que sin duda podían interpretarse como los sentimientos cotidianos de la vida adolescente. Solo tenía 18, y en ese momento había dejado ir a la persona que le dio confort por tanto tiempo. Nunca había escrito sobre Jimin, no hasta la noche en la que estaba tan inquieta que no podía dormir. Suspiró varias veces antes de sentarse y escribir esa simple nota, palabras simples, oraciones con metáforas y sentimientos.
El sol siempre le recordaría a Jimin porque esta siempre fue esa luz brillante en su vida, más brillante que cualquier otra cosa, y el calor que le brindaba era tan reconfortante que sin duda fue su sol y siempre lo sería. Pero ella la había alejado, diciendo aquellas palabras huecas, con una sola razón: no podía dejar que Jimin se hundiera con ella, no podía dejar que ese bonito sol, que siempre estaba lleno de vida, poco a poco se fuera apagando, y sabía que si permanecían juntas, simplemente no funcionarían. Supo que debían dejarlo cuando los ojos de Jimin la miraban bonito después de que se vieran en aquella habitación del hostal donde Jimin vivía ahora. Se sentía tan culpable de hacerlo dejar todo, tan culpable de que la chica se fuera solo a buscar el mundo, cuando claramente era un sueño de ambas.
Así que no lo resistió más y esa tarde, cuando dijo que había conocido a alguien, era mentira. No había alguien con quien sí funcionaba, no había encontrado a alguien que la sintiera completa, no había nadie. Solo era ella, sus mentiras y su corazón doliente. Solo era ella, una chica de 18 años que, por miedo, dejó cortarse las alas tan grandes que tenía en el futuro. Le dolía, a Yeji le dolía, pero no por Jimin. Le dolía porque ya no sería esa jugadora famosa que tanto quiso ser, sus planes, todo lo que su futuro pintó por perfecto ya no estaba, se había ido, esfumado.
Fue tres meses después cuando, en el lugar donde vivía, una empresa abrió sus puertas. Ella era joven, no asistía a la universidad y trabajaba en una tienda de helados, resignada a que así sería su vida para siempre. Entonces conoció a Jaeyun, un lindo chico que le pidió un helado de fresa y su número. Gracias a él, su vida se arregló. Jaeyun era hijo del dueño de la empresa, y cuando ya llevaban un noviazgo de siete meses, Yeji comenzó a trabajar en esa empresa, mejorando cada aspecto de su vida.
Su vida se arregló y poco a poco, se fue enamorando de aquel hermoso chico y fue perdiéndose en lo bello que era tanto por dentro como por fuera. Una noche, Yeji decidió confesar a Jaeyun sus males, claro, ocultando que tuvo todo que ver con Jimin. Solo comentó que hizo que su mejor amiga dejara la ciudad y que justo se juntaba con quien le habían hecho daño a Jimin. Comentó también que la había alejado de su vida y que tenía aproximadamente dos años que no le veía para nada.
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encantada ♡ winrina.
Fanfic愛 ' Jimin está en la boda de su primer amor, Y Minjeong... Minjeong solo se coló a una fiesta en la recepción del hotel donde se hospedaba. ' - adaptación, original de @wildsunlover. - romance