Nubes de Algodón | Robert Floyd | Jake Seresin [BL]

"Bebé a bordo II"

—¡Esto es asombroso! —Bob, en el asiento de atrás de Hangman, exclama con emoción. Había ido a buscarlo a la base, cuando le atrapó para subir en uno de los aviones. Glen estaba con la madre de Jake en Texas, a donde irían cuando salieran de allí.

Con una sonrisa de satisfacción, Hangman hace una vuelta que hace volver a animar a Bob, sintiéndose feliz por escuchar su risa. Le había pedido a Bob que le fuera a buscar porque quería hacer eso, que volviera a sentir como era estar en el aire de aquella manera. Aunque había sido su decisión salir de la Marina para estar con Glen, sabía que extrañaba eso. Y su emoción lo demostraba.

—Gracias. —Floyd dice mientras desciende del avión una vez han aterrizado, quitándose el casco para darle una brillante sonrisa a Jake, quien no lo piensa dos veces cuando se acerca y besa sus labios de manera suave.

—Bueno, ahora puedes decir que fuiste el WSO del mejor piloto. —Seresin dice con una ligera arrogancia que hace reír a Bob.

—Pero no he volado con Maverick. —el ex WSO bromea.

—Eres tan malo. —Jake hace un puchero del que Bob se burla, pero con una mirada dulce, toma al piloto del cuello de su uniforme para tirar de el y darle un beso más largo que el anterior. —Oh, alguien se ha puesto travieso. —las manos de Seresin van inmediatamente a la cintura de Floyd. —¿Es el uniforme?

—Quizas. —Bob coquetea, Jake ríe de manera juguetona. —Volvamos a casa.

[...]

—¡Papi!—Glen es el primero en salir de la casa para recibir a Jake, quien se arrodilla para atraparlo en un fuerte abrazo, sosteniéndolo mientras le besa el rostro. Escuchar las risas de su hijo le llena el corazón. Es bueno estar en casa.

Bob se acerca cuando Jake se levanta con Glen, recibiendo al resto de la familia Seresin que sale de la casa.

...

Jake, luego de acostar a Glen, baja con una enorme sonrisa que no se le borra del rostro ahora que está con su familia en su hogar, disfrutando de las mañanas en el campo. Le enseña a Glen todo lo que hacía allí cuando tenía su edad, ahora con cuatro años. También tiene a sus hermanas y hermanos que se quedan mientras él está allí, volviendo la casa un lugar ruidoso y acogedor. Aunque la parte que más disfruta, es dormir y despertar con Bob. Siempre será Bob.

—Debes decirle. —Jake, entrando a la cocina en busca de su esposo, lo encuentra con una de sus hermanas. Ambos tienen una expresión seria en el rostro, deteniendo lo que estaban hablando cuando le ven.

—¿Ocurre algo? —la sonrisa en el rostro de Jake titubea un poco.

—No es nada. —Bob, quien ser acerca, aregla sus anteojos en un gesto nervioso que no pasa desapercibido para su esposo. —¿Listo para irnos? —pregunta, llevando una mano al pecho del piloto, quien la toma para darle un beso antes de responde un suave "Si".