Nubes de Algodón | Robert Floyd | Jake Seresin [BL]

"Querubín B-2"

   Cuando Hangman es llamado para recibir su medalla por su servicio de tantos años en la Marina, Bob está allí con la familia Seresin.

—Hola. —Jake se hace espacio entre las demás familias para poder llegar a la suya, siendo felicitado por sus hermanos y padres antes de detenerse frente a Bob

—Hola. —el ex WSO le sonríe de manera dulce, agrandando la sonrisa en el rostro del ahora ex piloto. —¿Te he dicho lo guapo que siempre te vez con uniforme? —Bob lleva ambas manos al pecho de Jake, tomando con sus dedos la medalla que le acaban de dar.

—Entonces supongo que es algo que extrañaras ahora que estaré en casa.

—También puedes usarlo en casa. —Bob propone con una sonrisita que hace reír a Jake. —A menos que engordes como algunos esposos de los suburbios.

—Nunca. —Seresin toma el rostro de su esposo para apretarlo con cariño, acercándolo para un beso suave.

—Igual te amaré si lo haces.

—No tengo dudas de eso. —Jake se separa brevemente del beso para susurrar en los labios de Bob, quien le sonríe antes de volver a acercarse por otro beso.

...

—¡Sorpresa! —Jake es sorprendido cuando llega a casa, una casa con jardín y una valla blanca. Se mudaron hace apenas unos meses durante las últimas semanas del segundo embarazo de Bob, decidiendo que ahora que tendrían dos pequeños, sería agradable tener más espacio.

Y ese espacio actualmente estaba siendo abarcado por sus amigos y ambas familias.

—¡Papá! —Glen se abre paso entre los adultos para recibir a Jake con un fuerte abrazo que lo alza del piso.

—Mi pequeño piloto. —Hangman besa la mejilla de su hijo. Luego ve a Beau acercarse con su segundo ángel, bajando a Glen para cargar a Lewis.

Luego de su nacimiento, Hangman decidió que dejaría la Marina. No quería estar más tiempo lejos de su familia. Ni siquiera un minuto. Lo discutió con Bob y luego su familia, asegurando que tendría todo su apoyo.

—¡Pero miren quienes llegaron! —Rooster aparece con Glen, quien había ido corriendo para avisarle a su tío que sus padres habían llegado. —Ahora podemos iniciar esta fiesta. —el hombre dice con una sonrisa que hace relucir el bigote del que Jake siempre se está burlando. —¿Cómo estás? —le dedica a Hangman una mirada más suave, sabiendo que no debía ser fácil para él.

—Fue la mejor decisión. —es todo lo que Jake dirá.

—¡Papá adivina que me enseñó el tío Rooster! —Glen llama la atención. —Como Lewis llegó a la barriga de papi. —susurra de forma discreta, viendo a los lados como si fuera un gran secreto.

—¿Si? —Seresin achica los ojos en dirección a Bradshaw, quien se ríe entre dientes.

—¡Si! —Glen sonríe tan lindo como Bob. —Tu le diste una semilla a papi para que creciera dentro de él. ¡Y también yo!