✔reacciones de manera individual como también de algunos shipps.
✔Actualizaciónes viernes, sábados y Domingos.
✔si tienes algún pedido en especial, háznoslo saber.
✔ Si no te gusta este tipo de contenido, pues no lo leas y ya.
⛅𝓑𝓲𝓮𝓷𝓿𝓮𝓷𝓲𝓭𝓸...
El matrimonio Park era un matrimonio feliz, vivían cómodamente pues nada les hacia falta hablando material y económicamente. Pero en realidad si les faltaba algo o mas bien dicho alguien, un bebé. El matrimonio llevaba años intentando concebir un bebé.
En un principio fue my difícil pues aunque veían ese positivo en la prueba, la vida y el destino tenia otros planes para ellos pues por alguna razón que ellos no entendian, nunca se lograba concluir el embarazo con éxito. Pasaron por varios tratamientos de fertilidad tanto Jimin como su esposa pero nada funcionaba. Ambos se habían hecho las idea que no podrían tener hijos al menos no uno propio pues siempre estaba la opción de adoptar y ellos ya lo habían considerado.
Y ahora la pareja no podía estar mas feliz pues la señora Park estaba embarazada, aunque el embarazo estaba catalogado como de alto riesgo pues los primeros 5 meses eran fundamentales para la formación del bebé y por fortuna todo parecía marchar bien, después de tantas lagrimas derramadas, de tantos tratamientos a los que se sometieron y vagas ilusiones, por fin tendrían al bebé que tanto anhelaron.
Eran las 7:30 de la tarde lo que significaba que Jimin estaba por llegar a casa así que su esposa tenia toda la cena preparada aunque claro no todo el mérito fue de ella pues por recomendaciones medicas debía estar en reposo y no podía moverse mucho así que su ama de llaves la había ayudado a cocinar. Cuando Park llego saludó a su esposa y a su bebé que aun estaba en el vientre de su madre y después se dispusieron a cenar, él le contaba con detalle a su esposa lo que había hecho en el día pero al ver la cara de su mujer decidió callarse.
—¿Cielo, estas bien? — al verla un poco pálida se alarmó— ¿Cariño, esta todo bien? ¿Te duele algo? ¿Llamo al doctor Lee para que venga a revisarte?— al ver que su esposa subió la manos a su pecho y que sus ojos se empezaron a cristalizar entendió lo que pasaba, estaba apunto de vomitar.
Rápidamente se levanto de la silla y corrió a la cocina en busca del bote de la basura, le colocó una bolsa y se lo ofreció a su mujer quien no tardo en devolver la comida, él lo único que atinó hacer fue tomar su cabello y dar leves caricias en su espalda durante algunos minutos.
—Ya estoy mejor.
—¿Estas segura? Podemos ir al hospital.
—Si estoy bien, el doctor Lee dijo que era algo normal. No hay de que preocuparse.
—Siempre me preocupare por ustedes, son mi vida.
—Ya se me paso, ya estoy bien, ademas no me molestar estar así— sonrió — Sonará raro pero hasta cierto punto me alegra.
—Mi pequeña— Jimin se enterneció al oír a su esposa — Ven aquí — se acercó para abrazarla pero ella no quería pues sabia olía feo debido a la paso hace unos minutos pero a él no le importo y la estrecho en sus brazos.
—La comida sabia deliciosa, es una lastima que no logre disfrutarla lo suficiente— intento bromear— Tengo un poco de hambre, quiero una hamburguesa.
—¿Estas bromeando? — ella negó. Jimin suspiro y sonrió — De acuerdo, pero recuerda que tiene que ser lo más saludable posible.
—Eso significa que...
—Te la prepare yo mismo— dejo un beso en la frente de su esposa y camino hacia la cocina, se coloco el mandil para cocinar sin ensuciar su ropa y comenzó a tomar las cosas que necesitaría y al colocarlas en la isla de la cocina no pudo evitar reír ante lo que vio—¿Estabas comiendo sandia con mostaza?
—Si— dijo ella entrando a pasos lentos a la cocina y con ayuda de su esposo se sentó— Esta deliciosa ¿Quieres probar? — Jimin negó— ¿Qué? ¿Porque?
— Mi amor, hay cosas que prefiero no saber a que saben. Cuando el doctor dijo que tendrías antojos no imagine que serian así de raros.
—No son raros— se excusó.
—¿Cariño, acaso ya olvidaste cuando casi lloras porque no teníamos mayonesa y querías comerla con kiwi?
—Son antojos exóticos. No lo entenderías.
— O la vez que querías cebolla con chocolate.
—La esposa de tu hermano me había saboreado esa vez así que no fue mi culpa. ¿Acaso te molesta?
Park negó —Yo soy el hombre más feliz por complacer esos "exóticos" antojos que tienes.
Luego de algunos minutos Jimin había terminado de preparar una hamburguesa para su esposa y al ver como ella disfrutaba de su creación no pudo evitar sentirse completo, amaba verla feliz. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - -
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
