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Wednesday ya estaba arrepentida.

Luego de la tarde agradable, la rubia la dejó en su casa y se regresó a la suya. La soledad otra vez le pego fuerte, tal vez debió de sugerir que se quedara, pero su orgullo ganó esa vez.

Luego de eso se fue a dormir a un cuarto más limpio, aunque aún no lleno pues muchas cosas faltaban ahí en especial muebles.

Enid mencionó algo sobre salir mañana para eso, solo esperaba que ella rubia no se deje llevar y traiga toda la tienda.

No era estúpida, sabía que el dinero que estaba usando era de su familia. De seguro ellos le contaron sobre sus problemas, y todo lo que sucedió hacia tiempo atrás.

Aparte vio que se llevó su viejo auto con ella.

Suspirando por la molestia, se va a acostar en la cama con una sábana oliendo a limpio que la que tenía a noche que olía a cigarro y alcohol.

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- Wednesday, es hora de levantarse - dice tranquilamente Enid mientras la sacude de un lado a otro.

La chica solo abre un ojo, cuando la ve a ella solo atina a darse la vuelta y taparse otra vez.

- vamos perezosa, tenemos que ir por las cosas que faltaron - dice en un tono tranquilo, eso hizo que se levante de golpe la Addams.

- ¿como que "tenemos"? - pregunta la gotica mirándola fijamente.

- si, tu también vas. ¿Hace cuanto que no sales de la casa? -

- lo suficiente para decirte que no iré -

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Ambas chicas estaban en el automóvil, Enid había puesto uno de sus discos favoritos de seveteen haciendo que su copiloto esté más estresada que al inicio del día.

- te dije que no quería ir, ¿porque tú afán de obligar a la gente? - dice la gotica molesta.

- la verdad lo único que hice fue decir que yo si iba a salir y que si gustaras podías acompañarme, no hice nada más - dice inocentemente la rubia mirando a la chica un momento y luego volver su mirada a la carretera.

No faltaba mucho para llegar al pueblo, en verdad era más fácil con un auto.

- ¡usaste psicología inversa conmigo! - se vuelve a quejar Wednesday mientras ve más irritada a la joven. - será mejor que pares. Es mala idea que nos vean juntas en el pueblo - dice ella sin cuidado.

- ¿te avergüenza de mi? - dice ahora en queja la rubia, apretando un poco el agarre del volante.

- ¡¿que?! no. No tiene nada que ver contigo... el asunto es conmigo - responde asustada la chica.

- ¿De que hablas? - pregunta ahora Enid preocupada.

La duda se ven en los ojos de Wednesday, como si estuviera teniendo una batalla interna. - nada, olvídalo. Déjame aquí y yo regreso sola a mi casa - pero Enid no le hace caso, sigue manejando hasta llegar lo más cerca de la plaza. - de verdad te gusta hacer lo que te plazca - termina diciendo Wednesday mientras intenta encogerse en el asiento.

Enid se estaciona y apaga el motor, voltea a ver a Wednesday que tenía una mirada preocupada.

- mira, no se que paso. Y la verdad ni me lo imagino, pero de verdad debes salir un poco más de tu casa, que te de la luz del sol y el viento. No te pido que me sigas ahora, puedes quedarte aquí y lo respetaré - mientras dice eso, toma las manos de Wednesday con cuidado acariciando lentamente su piel. - iré a pedir unas cosas y luego pasaré al súper. Después compraré algo de comida para llevar, ¿que gustas? - habla cariñosa la chica, como si hablara con un pequeña niña.

- hamburguesa - responde Wednesday.

Con todo eso, la rubia toma sus cosas y sale de ahí para hacer sus compras.

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No había pasado mucho cuando Wednesday cansada de estar sentada en un asiento incómodo, hizo que saliera a estirar sus piernas.

Sabia que no debía de hacer eso, que nadie debía de reconocerla. Pero sus piernas y espalda decían lo contrario a sus pensamientos.

Cuando por fin termina de estirarse, nota lo mucho que había cambiado ahí. Se veía más verdes unas áreas y como algunas tiendas ya habían sido pintadas otra vez. Un lugar le llamó la atención mientras estaba caminando por donde se fue Enid, y era un lugar que solía estar la mayor parte del tiempo cuando recién se mudó.

La biblioteca pública.

"Una Wednesday más chica estaba aburrida de su casa, y más porque aún no empezaba sus clases.

Sin más se fue a dar una caminata, donde la atención de una niña pequeña se fue al lugar donde más le gustaba en el mundo.

Ahí entro sin molestar a nadie, llendo hasta una sección en especial. 'Como domesticar un animal' pensando en Enid en ese momento sonrio. Desde que conoció a la pequeña Enid, sentía que la niña era una pequeña cachorra que debía ser domesticada de una forma u otra.

En eso un niño de lentes se acerca a ella.

- ¿te interesa el antiguo arte de la miel en abejas? -

Cuando ve bien al chico solo lo mira de manera amenazante, pero en vez de alejarse de ella sigue hablando sobre la antigua época de los egipcios..."

Mientras veía a esa dirección, perfectamente ve como un grupo de personas estaban observándola mal.

Antes que ella pueda hacer algo, Enid llega junto a ella con varias cosas en manos.

- ¿puedes creer que conseguí todo esto a un buen precio? - dice a la gótica, pero Wednesday solo la mira sin poder hacer nada. - esto será suficiente como para cocinar esta semana que resta, ahora solo falta algo para almorzar y los muebles deben estar para mañana. ¿Quieres ir por...? - mientras hablaba ella, noto que la concentración de la gotica estaba en las personas que las señalaba y murmuraba. Como si ellas fueran la peste, o mejor dicho, como si Wednesday lo fuera.

Sin darle importancia, se mueve hasta el auto donde mete las cosas que compro. Toma de la mano a la gótica y se dirige a buscar algo de que comer, y noto un lugar perfecto.

Al entrar al Veleta, la rubia escoge un lugar donde sentarse y va a pedir.

Wednesday tenía la miraba baja, sabía que esto pasaría. Y ahora ya sabían de Enid tiene contacto con ella, lo que dice que pronto será el objetivo de todos los habitantes de Jerico.

"Debo de buscar la forma de que esto no afecte a Enid... no podría con otra pérdida así..." comienza a decirse a sí misma Wednesday, mientras observaba atentamente a su amiga.

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1082 palabras.

Inocente - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora