Capitulo trece

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—Dios lo siento demasiado. —se lamentó deteniéndose junto a la casa de su vecino. Cleo estaba ahí husmeando sus flores y pisando su césped. Jeongin la tomó de inmediato jalándola hacia la acera de la calle.

Su mirada era apenada mientras el hombre despotricaba en su contra. 

—¡Debería llamar a la perrera para que se lleven a esa bestia sin domar! —Cleo se había metido entre sus piernas con sus orejitas caídas y sintiéndose culpable por el problema que había provocado.

Jeongin conocía al hombre frente suyo solo por leves menciones de otros vecinos. Era un hombre amargado y solitario. Siempre era grosero y especialmente odiaba a los animales.

—Señor Benson no es necesario. Puedo pagar por los daños... Cleo es-.

—No quiero oírlo. —interrumpió secamente haciendo que mordiera su labio inferior con vergüenza. —¡Tiró mis macetas y piso todo el césped! —sus gritos probablemente llegaban a toda la cuadra y eso lo incomodó más. Dio un par de pasos atrás manteniendo una distancia prudente con el furioso hombre. —Ese maldito perro siempre causando problemas-.

Jeongin observó con atención el desastre mencionado y no era tan grave como mencionaba. Cleo solo se había acercado a oler sus flores pero como el cachorro que era había sido torpe y había terminado por caminar por todo su césped sin ver lo malo de ello. Sus patitas habían dejado huellas de barro como evidencia de sus acciones. El resto de su jardín estaba igual que antes, su césped solo necesitaba algo de agua para eliminar el barro.

—Entiendo su enojo pero no es necesario gritar ni hacer esto tan grande. Le estoy ofreciendo una solución.

Eso solo pareció aumentar su enojo pareciendo apunto de abalanzarse sobre Jeongin quien a su vez trataba de mantener oculta a Cleo entre sus piernas lo cual era más que imposible debido a su enorme tamaño.

Lo apunto con el dedo maldiciendo y con su rostro tornándose rojo y escupiendo ante cada palabra. —Tu mocoso insolente por eso es que tu animal es tan-. —pero este se interrumpió en medio de su griterío cuando alguien más se acercó a ellos.

Seungmin apareció ante él colocándose de pronto frente al señor Benson y empujando su mano hacia abajo incitándolo a dejarle de apuntar.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó mirándolo con atención verificando que estuviera bien.

Jeongin se abrazó a sí mismo con incomodidad. —Cleo entró a su propiedad y dice que dañó su jardín.

Seungmin miró este. —Pues yo lo veo perfectamente. —dijo con frialdad. —Lo que sí no veo bien es que le grites a Jeongin y lo insultes cuando él estaba siendo tan amable contigo. —su tono de voz era intimidante y recalcando su punto dio un par de pasos al frente tomando cercanía. —Discúlpate con él.

—¿Quién te crees que eres tú? Vete de aquí, no es de tu incumbencia esto. —respondió a la defensiva.

—Discúlpate. —las palabras de Seungmin salieron una a una remarcadas con evidente enojo. Jeongin no quería ocasionar una discusión menos cuando era evidentemente su culpa. Su vecino frunció el ceño reacio.

—Min no es necesario, yo...

Intento agarrarlo de la mano pero este se sacudió negando y sin dejar el contacto visual con su vecino.

—Hazlo. —ordenó.

Su vecino que era una persona casi del mismo alto y contextura que Seungmin pareció doblegarse con su gesto cambiando a uno confundido y pasivo. Sus ojos viajaron de ellos a su entorno a donde Cleo había caminado por su césped dejando las huellas de sus patitas y casi dañado sus arbustos perfectamente recortados con flores coloridas y hermosas. Este dio un paso atrás y rascó su nuca con vergüenza cambiando su postura por completo a una más aprehensiva.

La pareja de al lado || Hyunminin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora