UN AMOR INCOMPARABLE (Sprout x Cosmo)

Cuidando de Toodles

Mientras el resto del equipo se preparaba para enfrentarse a los corrompidos, Sprout y Cosmo se apresuraron a sacar a Toodles de la zona de peligro. Los pasillos parecían interminables, oscuros, y llenos de ecos distantes de los enfrentamientos que dejaban atrás.

A medida que avanzaban, Toodles se aferraba más a Cosmo, temblando no solo por el frío del lugar, sino también por el trauma emocional que acababa de sufrir.

Cosmo: "Sprout, tenemos que encontrar un lugar seguro para ella. No podemos seguir corriendo por los pasillos así. Necesitamos un refugio temporal."

Sprout asintió, escaneando el área. Encontraron una pequeña habitación lateral, alejada del camino principal y lo suficientemente resguardada. Sin decir nada, Cosmo empujó suavemente la puerta y entraron, cerrándola detrás de ellos.

El pequeño cuarto estaba lleno de cajas viejas y equipos abandonados, pero era seguro. Sprout limpió un espacio en el suelo y preparó una improvisada cama con las mantas que habían traído.

Sprout: "Aquí estaremos a salvo por un tiempo. Nos turnaremos para vigilar."

Toodles, aún muy afectada, se sentó en silencio mientras Cosmo y Sprout intentaban tranquilizarla.

Cosmo: "Lo que viste antes, Toodles... sé que fue duro. Y es difícil de entender. Pero tienes que ser fuerte, ¿de acuerdo? No estás sola, y no vamos a dejar que te pase nada malo."

Las palabras de Cosmo resonaron en el pequeño cuarto. Toodles lo miró con los ojos llenos de lágrimas, pero con una chispa de esperanza en ellos.

Toodles: "¿Creen... que mis padres podrán volver a ser ellos mismos?"

Sprout se acercó y se arrodilló frente a ella, tomándole suavemente las manos.

Sprout: "No lo sabemos, Toodles. Pero haremos todo lo posible por ayudarte. Lo prometemos. No estás sola en esto."

MIENTRAS CON LOS DEMAS TOONS

Mientras tanto, el resto del equipo se enfrentaba a los corrompidos Twisteds. Shelly, Vee, Poppy, Shimpro y Goob luchaban con todas sus fuerzas para defender las máquinas de ichor. Los gruñidos y golpes resonaban en los pasillos, mientras los Twisteds se lanzaban hacia ellos.

Shelly coordinaba los movimientos, dando instrucciones a sus compañeros.

Shelly: "¡No dejen que se acerquen a las máquinas! ¡Manténganlos alejados!"

Goob y Shimpro peleaban codo a codo, usando sus habilidades para moverse rápidamente y alejar a los enemigos de las máquinas. Mientras tanto, Vee y Poppy se mantenían en retaguardia, utilizando su velocidad y agilidad para atacar desde lejos y proporcionar apoyo cuando era necesario.

Poppy: "¡Vamos, podemos con ellos!"

A pesar de la ferocidad de los corrompidos, el equipo lograba mantenerse unido, demostrando una vez más que su fuerza no solo residía en sus habilidades individuales, sino en su capacidad para trabajar en equipo.

De vuelta en el refugio improvisado, Sprout y Cosmo finalmente lograron que Toodles se calmara lo suficiente para descansar. La pequeña Toon se quedó dormida, acurrucada entre las mantas. Mientras la vigilaban, ambos se sentaron cerca, en silencio.

Cosmo miró a Sprout, su rostro reflejaba la preocupación por lo que acababan de experimentar, pero también un profundo agradecimiento por tenerlo a su lado en ese momento.

Cosmo: "Siempre sabes qué decir para calmar a los demás. No sé qué haríamos sin ti."

Sprout sonrió levemente, aunque también estaba visiblemente agotado.

Sprout: "Hago lo que puedo. Pero no podría hacer nada de esto sin ti, Cosmo."

Ambos se miraron en silencio por un momento, el peso de la situación y la intensidad de sus sentimientos volviéndose más claros. Habían pasado por tanto juntos, y a pesar de todo, seguían siendo el apoyo incondicional del otro.

Cosmo: "Sabes, a veces pienso que... aunque estemos en medio de todo este caos, tenerte conmigo hace que todo parezca un poco más... soportable."

Sprout le tomó la mano a Cosmo suavemente, entrelazando sus dedos.

Sprout: "No estás solo en eso. Lo que sea que venga, lo enfrentaremos juntos."

Con Toodles a salvo y su vínculo fortalecido, Sprout y Cosmo se preparaban mentalmente para lo que venía. Sabían que tendrían que volver al campo de batalla tarde o temprano, pero por ahora, su misión era cuidar de la pequeña Toodles, quien, en ese momento, necesitaba su protección más que nunca.