Viviendo entre alfas

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-Hey - La voz del alfa retumbó en todo su cuerpo. Wonwoo tenía su mirada perdida en el desayuno que estaba haciendo para los Kim's. Los ojos verdes de Mingyu lo envolvieron mientras sus manos se aferraban a la cintura de su omega.

-Buenos días - Susurró en voz baja con una pequeña sonrisa mientras dejaba un corto beso en los labios de Mingyu. El alfa le sonrió suavemente mientras lo abrazaba.

El ojiverde sentía a su omega nervioso y no sabía por qué. Ayer había quemado la cena por haber estado completamente perdido en sus pensamientos, hoy parecía estar en su mente de la misma forma que ayer, con sus ojitos somnolientos y su cuerpo pequeño escondido entre la camiseta del alfa, la cual le quedaba enorme, había intentado preguntarle que sucedía, sin embargo, Wonwoo había asegurado que estaba bien.

Se había excusado con el trabajo.

-¿Cómo estás? - Cuestionó con voz calmada, sus ojos verdes llenos de preocupación y sus dedos trazando círculos en la cintura del menor.

-Un poco cansado pero bien ¿Cómo estás tú alfa? - Wonwoo se acomodó en el pecho cálido del amor de su vida. Ronroneó bajo el tacto suave de Mingyu y aspiró el aroma de su alfa.

Wonwoo a veces se preguntaba como tuvo tanta suerte, es decir, había conocido a Mingyu gracias a una reunión forzada de sus familias. Taemin y Baekhyun solían ser los mejores amigos del mundo y por cosas de la vida, Baekhyun había organizado una comida para la renovación de votos con su esposo Minho.

Taemin fue invitado junto con Wonwoo.

Y el resto fue historia.

Wonwoo lo miró y supo que el amor a primera vista existía, su omega había chillado ante la presencia de aquel alfa tan serio y amargado que había quedado sentado justo frente de él. Y Wonwoo realmente pensó que Mingyu jamás pondría ojos sobre él, es decir, Mingyu es el alfa más hermoso que conoció.

Aparte de sus hijos.

Y Wonwoo siempre se consideró muy básico. Pequeño y curvilíneo, con muslos regordetes y cintura pequeña.

Wonwoo no era alto, de piernas largas y lechosas. No tenía pechos prominentes y caderas de infarto.

Wonwoo era bajito y suave.

Algo que volvió loco al alfa apenas lo vio. Lo supo cuando se sonrojo bajo la mirada inexpresiva de su rostro, su alfa exigiendo al omega de ojitos azules inocentes y comentarios amables. Wonwoo era todo lo que soñó en un omega. Se enamoró al instante y termino cayendo de rodillas ante él cuando lo conoció.

Y solo tenían 15 años.

Cuando lo vio siendo amable, caritativo, suave, lleno de luz y con esa personalidad tan buena, un omega tan generoso con todos, dispuesto a ayudar a quién lo necesita, respetuoso, lleno de valentía y coraje, empático y con un humor sarcástico que lo volvía loco.

Era él.

Era su omega.

Y lo amaba.

-Estoy bien - Le sonrió -Tengo muchas cosas que hacer hoy pero pasaré por los chicos después del colegio y la universidad, ¿Sí? - Besó los labios de Wonwoo antes de alejarse con cuidado, dejando que Wonwoo riera al ver su corbata corrida.

Mingyu odiaba las corbatas.

-¿Seguro? - Wonwoo alisó la camisa con sus manos -Puedo ir yo por ellos...

-Es tu día de descanso - Mingyu acarició su mejilla -Iré yo.

-Bien - Suspiró -Serviré el desayuno, ve por trío pesadilla ¿Sí?