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Mingyu sentía que en cualquier momento sufriría un paro cardíaco.

Y todo por culpa de su omega.

Las cosas habían sido agitadas desde que Seungcheol llegó a la casa, en sus manos el alfa traía una camiseta bastante vieja que reconoció al instante. Era la camiseta blanca de la universidad donde el omega habia jugado fútbol todos sus años en el deporte, el número "28" junto con el "Jeon" de un color negro estaban estampados en la parte de atrás de la prenda.

El omega había chillado tan fuerte mientras saltaba hacia los brazos del alfa.

-¡Te amo¡¡Te amo! ¡¿Dónde la encontraste Cheol?! - Había dicho con la emoción en su voz.

El alfa se rió ignorando los gruñidos de Mingyu. El ojiverde tenía el ceño fruncido mientras apartaba con delicadeza al omega de los brazos del otro alfa.

-No es cierto, no te ama - Mingyu le sonrió a Seungcheol con sus hoyuelos marcados. La ceja alzada y la burla en todos sus gestos.

-Al único que amará hoy es a mí - San jaló a su mamá hasta su pecho, dejando un beso sobre el cabello del omega que acariciaba a su cachorro con cariño, el alfa sonrió embobado y suspiró -Yo soy la estrella hoy, se trata de mí - Exclamó lleno de orgullo, con la camiseta número 24 y el apellido "KIM-JEON" ya bien puesta mientras movía su cuerpo con orgullo, resaltando su bonita camisa.

Porque si... el alfa habia exigido poner los dos apellidos en su polera, si no él no jugaría.

-Disfrútalo - Chan abrazo a Wonwoo pasando sus brazos por la cintura posando su cabeza en el hombro del omega -Porque al final del día el cachorrito soy yo.

-Hasta que nazca el siguiente - Soobin le guiñó el ojo a su hermano menor.

Chan gruñó para bajar hasta el estómago plano de Wonwoo y entrecerró los ojos para luego poner su dedo sobre aquella zona.

-Escúchame pequeña sabandija - Dijo con voz amenazante -O somos aliados o dejare que los gemelos te usen como juguete.

-¡Chan! - Chilló Wonwoo -No digas esas cosas.

El niño miró hacia arriba para darle una sonrisa llena de cariño al omega, bateo sus pestañas amorosamente y tarareó.

-Es broma papi Woni - Volvió a mirar el estómago -No es broma pequeña sabandija, esta es una advertencia - Susurró muy bajo.

-¿Están listos? - Preguntó Mingyu tomando las llaves del auto. Wonwoo saltó a sus brazos sonriendo y besó los labios de su alfa con rapidez.

-¡Siii!

Y ahora... Mingyu estaba teniendo un paro cardíaco porque simplemente Wonwoo estaba siendo desconsiderado con él y su pobre alfa que rugía por cuidar a su omega embarazado.

El ojiazul estaba saltando lleno de euforia, chillaba cuando San tenía la pelota y tiraba de su cabello cuando los Halcones no hacían la jugada que, según el omega, era obvia que debían hacer para ganar el puto juego.

Mingyu sintió que se iba a desmayar cuando vió a Wonwoo patear el aire.

-Amor por favor - Susurró el mayor tomando el brazo de su omega -Siéntate, ¿Sí? - Le sonrió nervioso -Te vas a provocar el parto si sigues así y el bebé aún es muy pequeño para nacer.

Wonwoo lo miró completamente fuera de sí, tenía la cara roja por los gritos, sus ojos azules llenos de brillo y parecía haber corrido un maratón.

-¡Min! - Echó su cabeza hacia atrás -¡ESO ERA UNA PUTA TARJETA ROJA! - Gruñó hacia la cancha. -Maldita sea ese maldito árbitro, esta simplemente comprado por el equipo contrario - Gruñó haciendo su manito un puño.

Viviendo entre alfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora