Noche de cacería en Hogwarts

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Si bien gryffindor se llevaba mal con slythering, eso no impedía que varios jóvenes y señoritas de dichas casas estén en un amorío, tal era el caso de Arthur Weasley y Ethan Nott o el caso de Barty, Evan y Peter, pero este caso era diferente, no se confundan señores! ellos ya estaban saliendo, pero a escondidas.....en esta situación tan particular ya no le importaba a Frank Longbotton que todo hogwarts supiera que salia con nada mas y nada menos que Rabastan Lestrange.

En el corazón de Hogwarts, donde los susurros de los pasillos eran más ruidosos que los gritos de los rivales en los partidos de Quidditch, Frank Longbottom se encontraba en una situación comprometedora. ¿Quién lo hubiera imaginado? Él, un Gryffindor sangre pura, había caído en las garras de Rabastan Lestrange, el hermano menor de uno de los Slytherin mas temidos.

Frank podía evitar sentirse nervioso. Se decía que Rodolphus era capaz de cualquier cosa por proteger a su hermano. Pero a medida que su relación con Rabastan se intensificaba, la preocupación de Frank se convirtió en una adrenalina que lo mantenía al borde del desastre. En secreto, se encontraban en un rincón oscuro de la sala de menesteres, donde las paredes estaban impregnadas de secretos y risas ahogadas.

Una noche, mientras el viento aullaba afuera, los dos se encontraron a solas. Rabastan, con una sonrisa traviesa, se acercó a Frank, sus ojos brillaban con un fuego que hacía que el corazón del Gryffindor se acelerara. "¿Estás seguro de que quieres hacer esto?" le preguntó, un tono de desafío en su voz.

"¿De verdad crees que me importa lo que digan los demás?" respondió Frank, desafiando al mundo que los rodeaba. La tensión se cortaba en el aire como un hechizo mal lanzado.

Los labios de Rabastan encontraron los de Frank en un beso voraz, un torrente de emociones que desbordaba todo lo que ambos habían estado reprimiendo. Era un amor prohibido, un fuego que ardía en medio de la tormenta, vaya que ese omega volvía loco a Frank.

Mientras se dejaban llevar, el riesgo parecía perder importancia. Pero, en el fondo de su mente, Frank sabía que cada segundo contaba. Rodolphus podía descubrirlo en cualquier momento, y la idea de enfrentar la ira de el hermano mayor de su omega lo aterraba.

Con cada roce, cada susurro, el mundo exterior se desvanecía. "¿Y si alguien nos ve?" murmuró Frank entre besos, aunque en el fondo no podía evitarlo. La emoción del peligro lo excitaba.

"Déjalos," respondió Rabastan con una risa baja, mientras lo empujaba contra la pared, sus cuerpos presionándose con fuerza. "Si Rodolphus quiere pelear, que lo haga. No voy a dejar que nadie nos detenga."

Pero la realidad siempre regresaba. Entre susurros y jadeos, la sombra de Rodolphus Lestrange se cernía sobre ellos. Sabían que si lo descubrían, las consecuencias serían fatales. Pero, malditos fueran los miedos, ya no podían dejar de lado lo que sentían.

Así, entre groserías y risas nerviosas, el Gryffindor y el Slytherin continuaron en su juego arriesgado, un amor que desafiaba no solo a sus familias, sino a todo lo que Hogwarts representaba. Y aunque el futuro era incierto, en esos momentos robados, eran solo ellos dos, desafiando al mundo

Frank no sabía como sentirse en estos momentos, el recuerdo de aquella noche en la sala de menesteres lo carcomía....como deseaba repetir eso pero debía esperar a que su omega no tuviera los efectos secundarios del celo, demonios la había cagado, ahora con la cacería pensarían que preño al Lestrange menor. Aunque sin mentir el deseaba que Rabastan esté lleno de el, como amaba a ese omega, pero tenía miedo, miedo de lo que sus padres piensen de él.

Ya no importaba, veía por los pasillos a varios omegas y alfas que eran pareja y que durante la cacería se acompañaron, se arrepentía de no haber buscado a Rabastan, si no ahora mismo estaría con el omega en sus brazos y con un golpe proporcionado por Rodolphus. Si bien eran jóvenes se les notaba la felicidad por tener un hijo, era algo mágico, no....mas que mágico, era puro instinto....

Con eso en mente decidió que la próxima cacería aprovecharía, tendría a su omega así le cueste la vida...