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Quiero que me arropes, como un niño

lanzado al frío más feroz, en un lugar vacío y rodeado de nieve.


Quiero que me arropes y trates con todas tus fuerzas

de darme calor, de resguardarme del gélido tormento.


Quiero que llores porque ves que muero,

que el frío ha calado hasta mis huesos,

y tú ya no puedes hacer nada, nada de nada y te desesperas.


Y me besas, te despides, aunque intentas y persistes,

apoyas mi cuerpo carente sobre tu pecho, rogando a algún ser

que el calor de tu cuerpo ayude, piel con piel,

mientras peinas mis cabellos y lloras,

porque duele más cuando es joven.


Arropa mi desamparo, que la vida me ha abandonado. 

MarchitasWhere stories live. Discover now