Los días se sucedieron, y la atmósfera entre Duxo y Aquino continuó siendo juguetona, pero había un trasfondo de tensión que Duxo no podía ignorar. Cada vez que se conectaban para jugar, cada risa compartida se sentía como una pequeña victoria, pero el eco de sus inseguridades resonaba más fuerte en su mente.
Mientras tanto, la popularidad de Aquino crecía entre sus seguidores. Sus transmisiones en vivo se llenaban de comentarios, muchos de ellos admirando su química con Soaring, un streamer famoso por su carisma y humor. Duxo comenzó a notar que, cada vez que Aquino mencionaba a Soaring, una chispa de admiración iluminaba su rostro.
Duxo intentó no pensar en ello. Después de todo, eran solo amigos. Sin embargo, a medida que pasaban los días, esa imagen de Aquino sonriendo por Soaring se convirtió en una sombra que lo seguía. La idea de que su amigo pudiera estar enamorado de otro lo consumía lentamente.
Una noche, después de un largo día, Duxo decidió que necesitaba hablar con Aquino. Habían estado jugando juntos, pero Duxo sentía que había un abismo emocional que los separaba. La conversación que había tenido con Locochon resonaba en su mente. "A veces, las cosas se calman por sí solas", le había dicho. Pero Duxo sabía que no podía seguir ignorando lo que sentía.
—Oye, Aquino —comenzó Duxo, nervioso. —¿Podemos hablar un momento?
Aquino lo miró con curiosidad, la sonrisa que siempre lo caracterizaba un poco más tenue. —Claro, ¿qué pasa?
Duxo se sintió un poco más tranquilo al verlo. Era ahora o nunca. —He estado pensando... sobre lo que la gente dice en Twitter. La química que tienes con Soaring es... impresionante.
Aquino frunció el ceño, pero Duxo continuó. —No quiero que esto suene raro, pero... a veces me da la impresión de que te gusta más de lo que dejas ver.
Aquino se quedó en silencio, y Duxo sintió que el aire se volvía pesado entre ellos. Su corazón latía con fuerza. ¿Había hecho mal al sacar ese tema?
—No sé, Duxo. Soaring es genial y todo, pero no es algo de lo que esté pensando todo el tiempo. —dijo Aquino finalmente, con una nota de frustración en su voz.
Duxo se sintió un poco aliviado, pero al mismo tiempo, esa respuesta encendió sus inseguridades. —Pero a veces pareces más emocionado por él que por nosotros. Solo me preocupa que... —Duxo se detuvo, incapaz de terminar la frase. La idea de que Aquino pudiera estar interesado en Soaring lo estaba desgastando.
Aquino lo miró fijamente, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y decepción. —¿Te preocupa eso? ¿Por qué?
Duxo sintió que su corazón se hundía. No quería que Aquino pensara que dudaba de su amistad, pero el miedo era real. —Es solo que... veo cómo interactúas con él. A veces parece que hay algo más.
Aquino se cruzó de brazos, su expresión cambiando a una más seria. —Duxo, nunca he pretendido que hubiera algo entre Soaring y yo. Es solo una amistad, y si no te lo he dicho antes, es porque no quiero que pienses que estoy buscando algo más allá de nuestra amistad.
Duxo se sintió confundido. Aquellas palabras eran un alivio, pero el eco de su propia inseguridad lo atacó. ¿Podía confiar en Aquino? ¿Podía creer que no había nada más entre él y Soaring?
—Solo quiero que sepas que, pase lo que pase, siempre valoro nuestra amistad. No quiero perderlo. —Aquino continuó, su voz más suave. Pero Duxo sentía que el peso de la situación se acumulaba sobre él.
—Yo también lo valoro, Aquino. Pero es difícil ver cómo te emocionas con otros. A veces me siento... —Duxo se detuvo, tragando el nudo en su garganta. La verdad era que se sentía insignificante.
—¿A veces te sientes como si no fueras suficiente? —preguntó Aquino, su tono ahora lleno de compasión.
Duxo asintió, incapaz de hablar. Aquella vulnerabilidad lo hacía sentirse expuesto.
Aquino dio un paso hacia él. —Duxo, eres increíble. No dejes que lo que piensen los demás te haga sentir menos. Eres uno de mis mejores amigos y siempre lo serás.
Las palabras de Aquino resonaron en su corazón, pero el miedo seguía ahí, alimentándose de sus dudas. —Lo sé, pero a veces me siento como si fuera solo un amigo más para ti.
—Eso no es cierto —respondió Aquino con firmeza. —Nunca te veré solo como un amigo. Pero entiendo que las cosas pueden confundirte, sobre todo con todo lo que ha estado sucediendo.
Duxo suspiró, sintiendo que la presión en su pecho se aliviaba un poco. —Gracias, Aquino. No quería que esto se convirtiera en un problema entre nosotros.
—No tiene que serlo. Pero tienes que hablar conmigo cuando te sientas así. No quiero que te guardes esos sentimientos. —dijo Aquino, su mirada seria pero llena de calidez.
Duxo sonrió débilmente. —Lo haré. Prometo que lo intentaré.
Sin embargo, a pesar de la conversación, Duxo no pudo evitar sentir que había algo más en juego. Las inseguridades seguían acechando. A medida que la noche se cerraba, Duxo se sintió más vulnerable que nunca, enfrentando la realidad de que su amor por Aquino era complicado.
Mientras Aquino se desconectaba, Duxo se quedó mirando la pantalla, sintiendo un nudo en el estómago. A pesar de las palabras de su amigo, había algo en su corazón que le decía que las sombras de la inseguridad nunca desaparecerían por completo. La idea de que Aquino pudiera enamorarse de Soaring lo perseguía, una tormenta interna que parecía interminable.
Esa noche, Duxo se recostó en su cama, sumido en pensamientos oscuros. La lucha entre su amor y su miedo parecía estar ganando terreno. Mientras cerraba los ojos, sintió que las lágrimas amenazaban con salir, y en su interior, una pregunta lo atormentaba: ¿sería suficiente para Aquino o siempre sería solo un amigo más?
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𝙲𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘 𝚖á𝚜 (ᗪᑌ᙭IᑎO)
FanfictionAdvertencia: Si no te gusta el ship, no es mi problema, es el tuyo por entrar a leer esta historia.