Tempestad Interior.

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La vida siguió su curso después de la reunión con Soaring, pero la atmósfera entre Duxo y Aquino estaba impregnada de una mezcla de emoción y ansiedad. El apoyo de sus amigos significaba mucho, pero Duxo no podía evitar preguntarse cuándo vendría el primer desafío real.

Una tarde, mientras estaban juntos en la casa de Duxo, decidieron hacer un stream improvisado. La energía entre ellos era juguetona, y Duxo sentía que el ambiente se cargaba de adrenalina. Sin embargo, había un trasfondo de tensión que Duxo no podía ignorar.

—¿Listos para otra ronda de juegos? —preguntó Aquino, su voz llena de entusiasmo.

—Claro, pero... ¿qué tal si hacemos un desafío en el que tenemos que contestar preguntas incómodas? —sugirió Duxo, sintiendo que era una forma divertida de lidiar con su ansiedad.

Aquino sonrió. —Me parece genial. ¡Que comience la tormenta!

Al iniciar el stream, el chat comenzó a llenarse de comentarios y emojis. La interacción era animada, y ambos se lanzaban preguntas atrevidas que hacían reír a sus seguidores. Sin embargo, a medida que avanzaba el juego, Duxo sintió que la pregunta incómoda que había estado evitando comenzaba a asomarse en su mente.

—Vale, mi turno —dijo Aquino, inclinándose hacia la cámara. —Duxo, ¿cuál es tu mayor miedo en nuestra relación?

El aire se volvió pesado. Duxo sintió cómo su corazón se aceleraba. La pregunta era directa y, aunque sabía que debía ser honesto, le aterraba la idea de abrir esa puerta.

—Uh, buena pregunta... —tartamudeó, intentando mantener la compostura—. Creo que... tengo miedo de que esto no funcione.

Aquino lo miró fijamente. —¿A qué te refieres?

—A que todo esto sea un sueño, algo que no podamos manejar. A veces, me pregunto si podríamos perder lo que tenemos si las cosas se complican. —La sinceridad lo envolvió, y Duxo sintió una punzada de vulnerabilidad.

Aquino se acercó un poco más. —Duxo, entiendo ese miedo. Pero si hay algo que hemos aprendido, es que podemos enfrentar cualquier cosa juntos. No importa lo que venga, siempre estaré a tu lado.

Duxo se sintió un poco aliviado, pero el nudo en su estómago no desapareció. —Sí, pero... hay cosas que aún no hemos enfrentado. ¿Y si alguien en el chat o en nuestra vida cotidiana se entera y lo arruina todo?

Aquino asintió, comprensivo. —Es un riesgo. Pero también es un riesgo maravilloso, porque lo que tenemos vale la pena.

El chat estaba lleno de comentarios de apoyo, y aunque Duxo se sintió algo reconfortado por eso, la preocupación seguía latente. Continuaron jugando, pero Duxo no pudo evitar sentir que algo oscuro acechaba en las sombras.

Esa noche, después del stream, Duxo no pudo dormir. Las dudas seguían atacándolo. La idea de que su relación pudiera ser objeto de chismes o malentendidos lo mantenía en vilo. Decidió hablar con Aquino al respecto.

—¿Sabes? Hay algo que me inquieta —comenzó, sintiéndose un poco nervioso.

Aquino lo miró con curiosidad. —¿Qué es?

—Me asusta la idea de que alguien pueda descubrir nuestra relación antes de que estemos listos para manejarlo. No quiero que nuestra historia se convierta en un escándalo.

Aquino suspiró, reflexionando. —Es un temor válido, pero creo que si mantenemos nuestra relación en un espacio donde nos sintamos cómodos, no debería haber problemas. Además, tenemos el apoyo de nuestros amigos.

—Lo sé, pero... a veces siento que estamos jugando con fuego. —Duxo se encogió de hombros, sintiendo que la ansiedad lo envolvía.

Aquino se acercó, tomando su mano. —Estamos juntos en esto, Duxo. Siempre. No importa lo que pase, no te dejaré solo.

𝙲𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚘 𝚖á𝚜 (ᗪᑌ᙭IᑎO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora