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El príncipe heredero del reino interno estaba descansando en el comedor, esperando la llegada del rey para poder iniciar el desayuno

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El príncipe heredero del reino interno estaba descansando en el comedor, esperando la llegada del rey para poder iniciar el desayuno.

Las rutinas de los miembros de la realeza son exhaustivas, más aún cuando es un cargo importante el que poseen.

Pero seamos sinceros, cualquiera daría lo que fuera para tener ese poder.

O bueno, al menos una gran mayoría lo daría.

El príncipe recitaba una pequeña canción de cuna, mientras leía uno de sus libros favoritos.
Es un príncipe soñador, un chico que le agrada la tranquilidad y la paz.

¿Quién es?

La respuesta es fácil, él es Luna.
El hijo primogénito de Tierra y su difunta esposa, el siguiente gobernante del reino interno y próximo caballero de la caballería real.

Suena bien ¿no creen?

¡Qué alegría sería poder convivir un poco con él!
No cualquiera tiene el honor de hablar con el joven heredero, pues él prefiere mantenerse escondido entre las sombras, no le agrada las apariciones públicas y entre los tres herederos, él es el menos conocido.

¿Porque será?

–¡Luna!–

Una voz desconcertó al pequeño príncipe, que dejó caer su libro.
Era la voz de su padre, se escuchaba en la sala cercana al comedor, quizás debería ir.

Tierra es el rey del reino interno, el gobernante desde hacía ya varios milenios, el padre de Luna y el esposo de la antigua reina.

Fue un caso especial y único que Tierra fuera el rey, él no estaba predicho para serlo después de todo, fue por una fuerza superior que él terminaría ocupando el trono.
Su esposa era la gobernante, ella era la que cuidaba al pueblo y se encargaba de su orden. Tierra realmente no tenía un papel importante, era solo un duque más, la única diferencia era que su esposa, poseía un poder mayor.

Su esposa, Theia, quien murió horas después de que Luna naciera. Por este inesperado suceso, Tierra tuvo que ocupar el trono y hacerse cargo del reino.
Debió ser temporal, pero el Sol notando la habilidad natural de Tierra para gobernar, decidió otorgarle este poder.

Y sí que lo ha hecho bien.

–padre ¿me llamaste?–

Preguntó el príncipe, abriendo la puerta de aquella habitación, encontrándose con el rey.

–si, lo hice– respondió con una voz serena– pensé que ya te habías hecho cargo de ellos, un minuto más y pudieron morir–

//Entre príncipes y caballeros//Au SolarballsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora