𝗥oses ── Wyatt Lykensen

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Después de aquel - incómodo - encuentro, por orden de Willa los hombres lobo se distribuyeron en pequeños grupos para pasar más desapercibidos al igual de que podrían investigar un poco más sobre dónde podría estar la piedra lunar, todos debían permanecer alertas.

Mientras tanto, ____ estaba en su casillero sacando algunos libros que iba a necesitar luego, suspiró al revisar rápidamente aquellos y entender que no iba a encontrar suficiente información en ellos.

— Tendré que ir a la biblioteca luego...

Iba a cerrar su casillero pero cuando un chico por accidente chocó con éste y lo terminó cerrando con su cuerpo, al parecer se había tropezado con una pelota de football que había dejado por ahí.

— ¡Oh! Disculpa yo- — El chico se quedó paralizado al darse cuenta con quién había chocado, sus mejillas rápidamente se tornaron rojas, la vergüenza que sentía no se podía medir fácilmente. — Lo siento...

— No hay problema. — Habló algo bajo la chica, por alguna razón se sentía intimidada con el chico por lo que bajó la mirada.

— Yo... realmente lo siento.

— Ya te disculpaste, dije que no había problemas.

— No, ésta vez me refería a él "show" que dimos hace rato la manada y yo, no queríamos entrar así pero supongo que fué la frustración de no encontrar lo que buscábamos. De verdad...

— ¿Qué es lo que buscan?

— Es algo muy preciado, nosotros-

- ¡Wyatt! - Gritó Willa. - ¡Ven ahora mismo o juro que te arrastrare de la oreja hasta aquí!

— ¡Un segundo, Willa! — Respondió de la misma forma que ella, solo que sin el tono de molestia. — Perdón, es mi hermana.

Desde la primera palabra que cruzaron la chica rió algo burlescamente. — Más que tu hermana parece tu mamá, Wyatt.

El lobo sonrió. — Bien, ahora gracias a ella sabes mi nombre, supongo que-

- ¡Wyatt, tienes tres segundos para venir! Uno... - Empezó a contar.

— Me tengo que ir, espero verte luego eh- chica de mechones blancos. — Habló rápidamente antes de que su hermana lo deje en ridículo e irse lo más rápido hacia ella.

____ al principio se confundió pero luego de unos segundos se asustó ante tal apodo, ¿Se veía su cabello blanco? Ella se fué corriendo hacia los baños de la escuela, pasó al lado de los lobos quienes la miraron extrañados, ella estaba asustada, el apodo pudo ser lindo o una forma de identificarla pero si era así, podía ser su perdición, no sabía que era capaz de hacer su madre solo por haber mostrado su cabello real.

Entró a los baños, cerró con seguro y se miró al espejo, suspiró frustrada mientras se lo agarraba con fuerza, era evidente ya que no era como la última vez que Zed lo vió, era peor y claramente más evidente, no entendía que estaba pasando pero los tintes al parecer ya no le hacían tanto efecto a su cabello.