Capítulo 17: Migración

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"¿Así fue como te sentiste cuando empezaste a entrenarme?", pregunté.

—Eh, más o menos —murmuró María a mi lado—. Eras mucho más débil cuando empezaste a luchar contra los Grimm, pero no estabas tan nervioso como algunos de ellos. Diablos, después del primer día te empezó a gustar demasiado luchar.

Solté una breve carcajada. Probablemente era cierto. A veces me excedo cuando lucho contra los Grimm, especialmente contra aquellos que no mueren instantáneamente.

María y yo observábamos a los estudiantes de la Academia Sanctum desde lo alto de un árbol, desde donde teníamos una buena vista de lo que estaba sucediendo. Se habían talado decenas de árboles para crear un claro improvisado donde los estudiantes tuvieran suficiente espacio.

La madera se utilizó para reducir el punto de entrada de los Grimm al claro. Se hizo para garantizar que toda la zona no se viera abrumada por los Grimm, aunque podría haber sido un poco innecesario. La tecnología Atlas de grado militar que se instaló alrededor del área sería más que suficiente para recurrir a ella si algo salía mal.

Se instalaron grandes cañones alimentados con polvo alrededor de los puntos de retirada y se activaban cuando un Grimm se acercaba a ellos. El campamento principal estaba rodeado por una docena de estos cañones junto con sensores que detectaban a los Grimm y se aseguraban de que solo ellos fueran el objetivo.

"Parece que las cosas finalmente están empezando", tarareó María.

Al mirar hacia el claro, vi que tenía razón. Grimm finalmente había comenzado a aparecer, pero no había entrado al campo donde los estudiantes esperaban.

"¿Cómo crees que le irá al rojo?"

—Pyrrha estará bien. Es bastante fuerte, ya sabes —respondí, mirando a Pyrrha que sostenía su escudo frente a ella con su lanza hacia atrás para atacar al Grimm.

—Sí, lo sé... La he visto pelear en el torneo regional y he pasado suficiente tiempo con ella aquí como para saber que es físicamente capaz —tarareó María—. Pero tú y yo sabemos que no se refería a eso. Pelear con Grimm es diferente a pelear en un torneo.

Yo diría que luchar en un torneo era más estresante que luchar contra Grimm, pero María podría tener razón. A diferencia de lo que ocurre en un torneo o en un entrenamiento contra androides, los Grimm no se detendrían cuando se terminara el combate, querían verte muerto y no se detendrían hasta que lograran ese objetivo o murieran ellos mismos.

También estaba la sensación de matar a un Grimm. Aunque se evaporaban después de morir, seguían estando hechos de carne, hueso y un líquido negro que actuaba como su sangre mientras estaban vivos. Los estudiantes de la Academia Sanctum que estaban acostumbrados a luchar contra máquinas de metal podían congelarse cuando finalmente hundían su espada en un Grimm.

Salí de mis cavilaciones cuando un fuerte aullido de un Beowolf fue interrumpido por un disparo. La batalla finalmente había comenzado cuando Grimm entró en el valle.

No había formación para intentar organizarse en la batalla, solo caos mientras los estudiantes atacaban a los Grimm que se acercaban con pistolas, espadas y una variedad de otras armas. Algunos estudiantes se quedaron paralizados cuando abatieron a un Grimm, pero se adaptaron rápidamente.

La propia Pyrrha tomó la delantera y atravesó con gran eficacia la horda de Grimm. Se dio la vuelta y atravesó con facilidad a varias Ursa que se acercaban.

Al ver a un grupo de Alpha Beowolves dirigiéndose hacia ella, Pyrrha les arrojó su escudo, cortando a varios de ellos antes de que su escudo rebotara.

"Parece que me equivoqué. Red tiene la mentalidad correcta", dijo María, antes de reír. "Menos mal que no aposté dinero".

Puse los ojos en blanco.

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