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—¡Ah! Estoy satisfecha. —gimo, lanzándome sobre mi cama.

Estoy satisfecha por lo que hice.

Mis muslos duelen, parte de mis tobillos y estoy sudada por todo el cuerpo. De por sí, estoy arrepintiendome de haberme echado en cama toda llena de sudor gracias a la japonesa.

Después de unos segundos de maldecir lo que me hizo Myoui Mina por sus locos actos maniaticos en mi contra, voy a la ducha a toda prisa.

La hora me indica que ya son pasadas las doce y mi estómago ruge exigiendo que le dé algo de comer.

Cuando estaba llegando a casa, Taehyung lo hacía también con una de sus conquistas enganchada a su brazo y debido a eso, ya había pedido de comer para almorzar con ella como "agradecimiento" por toda la ayuda que le brindó en el trabajo.

Imagino el tipo de ayuda. Ella evidenciando que estaba recién vestida y él lleno de chupones por el cuello.
Quisiera una ayuda así en algún momento.

Bajo con la pijama puesta, mis planes de salir se han cancelado debido a mi malestar. Tae se levanta por cortesía para servir mi parte de comida y la chica por amabilidad me ofrece un vaso lleno de jugo, -ellos beben vino-.

—Gracias —murmuro con una sonrisa.

Solo por ser servicial y agradable cuando me vió, imito su amabilidad.

—Comer con dos de los hermanos Kim, para mí, es un gran privilegio. Todos exitosos. Taehyung ha sido un gran maestro para mí —halaga babeando por mi hermano que limpia su boca, negando con su cabeza.

—No merezco tanto crédito, Joy. Sabes que no es así.

Oculto la mueca de sus muestras afectivas frente a mi, comiendo del estofado de res.

Siguen con sus murmullos, haciendo a un lado y ocultándose en una burbuja de halagos sobre quien es mejor entre los dos. La mujer es hermosa, todas las conquistas de Kim Taehyung, lo son. Aunque jamás había traído una a comer en el mismo lugar que lo hace él todos los días.

¿Habrá podido capturarlo?

Sacando conclusiones por su mirada, comportamiento y sonrisas... No es así. Probablemente solo la está tratando de convencer para echar otro polvo antes de dejarla por otra, o es eso, o solo está con ella mientras consigue otra.

Juraría que sé sus patrones de conquista.

—Dahyun. —salgo de mis cavilaciones y dirijo la mirada hacia mi hermano, alzando mis cejas para que repita— Joy está haciéndote una pregunta.

Miro a la mujer, esperando dicha pregunta.

—Tae me ha comentado que te gusta la jardinería y... Bueno, en mi casa tengo...

—No. —interrumpo cortante, recibiendo la mirada asesina de Taehyung como advertencia. ¿Está loco? Conozco la jardinería en Minecraft, un jodido juego que nunca supe conseguirle entretenimiento por más que lo jugué. ¿Acaso eso es saber de jardinería?— Es decir, principios básicos, no creo poder enseñarte mucho, unnie.

—¿Es así? —mira a mi hermano después de mirarme a mi.

—Bueno, debí decirte que para mí es una experta. —muestra una sonrisa forzada, indicándole que sigan comiendo el delicioso almuerzo que pidieron.

¿Debo preguntarme porqué carajos sigo en un lugar donde estoy sobrando? Me siento como una puta bombilla como en esas escenas de anime en la noche donde están los días protagonistas y la bombilla es la testigo de su amor.

Pues no. No lo soy.

—Disfruta de nuestra casa, Unnie. Disculpa no poder ayudarte.

—Oh, no. No te disculpes.

Pequeña pervertida | Mihyun G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora