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—Voy a salir un momento, Jisooya.

Su mirada me escanea de pies a cabeza, y se entrecierra cuando se topa con la mía. Bueno, que me vea con unos jeans rasgados y una camisa que marca un poco la silueta de mis pechos, y por sobre todo una gorra; La desconfianza es muy evidente en sus ojos cafés y mira más atrás de mi por los pasos que se escuchan, y ahora es su ceja que se levanta cuando Myoui Mina viene detrás de mi.

—¿Estaban hablando? ¿Ustedes?

—No. —me ofendo de alguna manera, mirando apenas a la mencionada para volver a mirar a Jisoo.— Supongo que estaba en las máquinas. ¿Por qué hablaría con Myoui? Me voy.

—Crei que irías por el nuevo trabajo. —dice cuando paso completamente por la sala de estar donde ella sigue con Roseanne.

No tengo planeado seguir esperando dinero de papá y mamá.

—Iré.

Ajusto la gorra en mi cabeza y bajo las escaleras para tomar el taxi y dirigirme hacia el lugar que me invitó Myoui Mina. El sitio que de alguna forma me dejó sorprendida. No pensé que le llamase la atención ese tipo de animales.

No sé que pretende, pero espero no tener que correr nuevamente unos kilómetros para alejarme de esa loca, bueno, está vez el dinero lo traigo para no darme ese maratón.

Le digo las indicaciones al taxista y expulso un suspiro cuando nos dirigimos hacia ese lugar.

La intriga me rodea, pero la emoción de ver esas bestias de cerca incrementa. Jamás he visitado un lugar como ese. A los pocos lugares que he ido es gracias a mis hermanos o a mis padres, ya que jamás intenté hacerlo por mi misma o tener a alguien aparte de mi familia para explorar más lugares que no fuesen rutinarios.

Quizá sea momento de visitar a mi única amiga e invitarla a hacer cosas como estás para no tener esta emoción que me causa cuando Myoui me lleva a lugares que no he visto en persona.

—Gracias, puede quedarse con el cambio.

"Baja tus defensas un poco", indiscutible e irracional que ella me pida algo como eso.

Tuerzo el gesto cuando la caballeriza está cerrada. Aunque hay un guardia de seguridad que se acerca cuando me ve estar de pie en la entrada.

¿Es su venganza por dejarla plantada?

—Por aquí, señorita Kim.

Cierro la boca cuando iba a indicar que me iba por dónde vine y sigo al hombre de color que se escabulle por otro lado que rodea la entrada, pasando por una reja que se abre cuando el pasa una tarjeta de seguridad por sobre el sensor.

Vale, ya se que no es un ladrón.

Cada avance por el largo pasillo que nos guía hacia el establo, puedo oler lo diferente. Huele a heno, estiércol o es el propio olor a caballo.

Cada compartimiento que paso tiene un animal en él, todo limpio y bien cuidado. El hombre cruza donde hay más de esos animales y en el último está Myoui, acariciando a uno de ellos delicadamente.

El guardia se despide con una reverencia cuando me deja con Myoui Mina y nos deja a solas, el silencio siendo interrumpido por cada bufido de los sementales a nuestro alrededor.

—Te viste sorprendida cuando te lo propuse.

Me cuesta un poco mantener mis gestos a raya y más viniendo de ella que tiende a sorprenderme cuando menos me lo espero.

—Pense que solo vivías para la tecnología, Myoui. —mantengo mi distancia al hablar, viendo de reflejo como viste especializada para lo que piensa hacer.

Pequeña pervertida | Mihyun G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora