Pequeña pervertida | Mihyun G!P

08

"No pienses mucho en las consecuencias".

Ese fue el consejo de Park Jihyo cuando le dije todo lo que me había pasado en el corto periodo que no la había llamado.

Obviamente estuvo sorprendida cuando le dije el nombre de la persona de quién estaba alterando mis hormonas más de lo que habitualmente las tengo.

Me recomendó que intentara tomar en serio mis citas porque ella jamás iba a correponderme como se debía. Yo no podía tomarme unos simples besos como seriedad.

-Arrogante. -susurre mientras caminaba, ajustando la gorra en mi cabeza. Estaba aliviada de estar lejos de casa y no rodeada de cámaras (vecinos).

Tuve la oportunidad de llamar a una recomendación de Jihyo para un trabajo e inmediatamente tuve que presentarme.
El trabajo es a medio tiempo, lo cual me viene bien, aunque probablemente mis hermanos, -mas que todo Lisa - se burlaran porque debo hacer la limpieza.

Soportar sus burlas es mejor que tener mi autoestima casi comiendo polvo.

Mis pasos se detienen cuando el guardia de seguridad que está en frente, me mira, muy intimidante. Y en ese momento me percato que la idea de Park Jihyo no es para nada buena cuando el hombre parece hacer una llamada.

Sin embargo, me quedo de pie como si estuviese curioseando el lugar.

"Que se ignoren es una tontería", me regañó cuando le dije la condición que impuse a Myoui Mina para seguir en contacto. Y aquí estoy, enfrente de la caballeriza privada que me trajo como disculpa y una de mis mejores aventuras.

Si, estoy admitiendo que me gustó cabalgar a su lado.

—Nadie puede entrar, señorita. —me advierte el hombre mayor cuando sigo de pie como tonta.

—Por supuesto, ya me voy. —rei como idiota, sacando mi celular como excusa para recibir una "llamada".— Ya voy para allá.

Fue una tontería venir. Myoui Mina probablemente este con una de sus nuevas conquistas y no cabalgando para pasar el rato.

Aquel día probablemente era para darme una buena impresión.

Suspiro, admitiendo por completo que fue una idiotez seguir el consejo de Park Jihyo. Parezco una tonta frente al guardia de seguridad cuando era tan obvio que buscaba el lugar donde estuve más de veinte minutos de pie.

Termino dando la media vuelta, aunque cuando lo hago accidentalmente me topo con alguien en el proceso. Susurro una disculpa, ya que debido a eso no tengo la costumbre de mirar a los ojos a quienes me rodean.

Siento que ver más de diez segundos a los ojos a quien me habla me desequilibra mi poca seguridad para soltar alguna frase.

—Tanto me esperaste, ¿Y ahora te vas? —recalcó, interviniendo en mi camino otra vez cuando vió que no iba a detenerme.

Obviamente no iba a hacerlo.

Principalmente porque no estaba esperándola.

—¿Que te hace pensar que lo hacía?. —rezongo ruborizada al elevar la mirada a la suya.

Sus cejas se elevan, aparentemente sorprendida.

—¿Es así? Mi error, entonces. — dice, haciéndose a un lado para dejar de ser un obstáculo en mi camino.

Su perfume se adentran en mis pulmones cuando pasa por mi lado, manos guardadas en sus bolsillos y postura relajada. Y carajo, ese traje marrón se ajusta muy bien a su perfecto cuerpo.

Aprieto mis puños cuando he dado unos cuantos pasos, y me detengo debido a mis pensamientos intrusivos. Carajo, puedo experimentar otro paseo a caballo si se lo digo, pero... No creo poder verla a la cara después de mi gran estupidez con ese maldito vídeo.