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La cena fue mejor de lo que esperaba habiendo preparado algo simple y sin complicaciones.

Otro día más que Myoui Mina no me escribió y tampoco fue a la casa. A quien pude ver fue a Sana y a pesar de sus miradas discretas, no pareció decirle a Lisa que me vió con Myoui Mina.

Estuve tranquila cuando Lisa no me exigió respuestas. Bueno, recibo su típica respuesta de "Ten cuidado con ese hombre", a lo que yo rodee los ojos.

No solo es él. Tengo entendido que también está la mujer.
El trabajo ha ido bien, aunque todavía no he podido ver a su esposa. Y..., puede que esté siendo atenta cuando limpió cada parte de la casa, pero todavía no he visto una prenda de mujer desde que comencé.

Saco esa idea que Lisa me adentro en mi cabeza.

No puede ser. Es una recomendación de Jihyo y ella jamás haría algo para dañarme de esa manera.

—Me retiro, señor. —agarro la mochila donde están pocas cosas que necesito, los pequeños formularios de Sana y el medicamento.

Aunque cuando me voy yendo a la puerta, los pasos del hombre apresurados vienen detrás de mi.

—¡Espera! ¿Esto es tuyo? Lo conseguí cerca de tu mochila y pensé... —mencionó, extendiendolo hacia mi.

Toco mi mochila, la abro para revisarla y frunzo el ceño cuando no recuerdo dejarla caer cuando me bebi por precaución.

—Si, gracias.

—Ve con cuidado, Señorita Kim.

Asiento guardando el medicamento cuando lo tomo y me retiro al hacer la reverencia al hombre.

Habré desapercibido que lo deje caer por accidente, aunque debió decirme cuánto antes y no darle un tour por su casa antes de regresarmelo.

Tampoco es que me vayan a servir de algo. Ya mi alergia desapareció y no hay necesidad de volver a tomar una aparte de la que ya me bebi hoy.

Ahora lo que más quiero, no se, una necesidad creciente en mi pecho es... Disculparme con Mina y sé que es algo tonto, porque puede que solo esté manipulandome para conseguir lo que quiere, pero ¿Y si no es así?

Deseo verla y disculparme, nada más.

Cambio el rumbo de mis pasos cuando ya había llegado a la parada del autobús. Sigo la caminata hacia ese lugar que me prohibieron el paso, y tengo la suerte de no llegar a estar bajo el sol por más de veinte minutos.

En ese transcurso aviso a mis hermanas que llegaré tarde a casa otra vez. Conseguiré alguna excusa si llegan a preguntarme que tanto hago esas horas fuera de casa.
Mis pasos se reducen cuando estoy al frente, mis nervios suben y mi corazón se acelera cuando el hombre no tarda en percibir mi presencia.

Aunque cuando estoy llegando para preguntar por ella, él se hace a un lado y me permite el paso con una reverencia y un buenas tardes de por medio.

—Solo quería preguntar... No importa —termino diciendo, entrando al enorme lobby que queda antes de ir a las caballerizas.

Puedo ver que está en remodelación por los muebles nuevos y cubiertos de plástico para protegerlos del polvo.

Dejo de curiosear y apresuro mi paso. Tomo la ruta que Mina me llevó cuando entramos por la puerta de atrás y tardo poco en llegar a los establos.

El olor a pasto, estiércol y el ruido de los bufidos de las bestias llegan a mis oídos. Sonrio de labios cerrados cuando acaricio a uno de ellos, aunque doy un brinco cuando apenas noté que alguien estaba adentro de uno de sus pequeños espacios donde los animales se encuentran, justo a mi lado.

Pequeña pervertida | Mihyun G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora