Rica para los pogues, pero no lo suficiente para los Kooks.
En medio de esta fractura, Liv navega entre dos mundos, intentando encontrar su lugar.
Mientras las tensiones entre clases aumentan y las viejas amistades se transforman, Liv descubre que...
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↳ Liv.
Al día siguiente lo primero que hice junto a mi familia fue visitar el Club Náutico. Mi padre estaba totalmente entusiasmado, y acepté por el. En el fondo sentía algo de temor de encontrarme con tanta gente en un lugar y que comenzasen a hablar de mi, de mi madre o cualquier cosa relacionada con ello.
Mientras que llegamos al Club mi padre me comienza a contar cosas sobre el. El Club es un puerto deportivo al que asisten generalmente personas que navegan en yates, aunque puedes acceder a la parte de restauración sin necesidad de tener que pagar la membresía. Esto lo hizo con intención de que los pogues pudieran visitarlo, ya que se encuentra en medio de la isla, pero comenzó a hacerse conocido entre los kooks y los pogues dejaron de visitarlo.
Al llegar observo todo lo que mi padre me acaba de contar, pero sus palabras se han quedado cortas. Puedo observar un amplio espacio cerca del mar, con una terraza chill-out con varias mesas e incluso sillones y una barra bar en el exterior.
—Te presento el Club Náutico el Pelicano, nuestro propio negocio. —Dice mi padre orgulloso señalando toda la parcela. —Ven. Por aquí está la terraza, y en el interior tenemos una zona de restaurante de alta cocina para reuniones y negocios.
Camino siguiéndole mientras la gente le va saludando. Ahora mi padre es un hombre respetado entre la gente de alto estatus social y eso me asombra. Al entrar en el interior puedo ver que también hay una barra de bar y mesas. Me lleva aún más adentro y veo un enorme salón elegante, que es la zona de restaurante donde ofrecen banquetes.
Mi padre me acerca con el a una de las ventanas y puedo observar como hay varios barcos atracados en el muelle que da al exterior del Club.
—Esos barcos son de clientes muy poderosos en la isla.
—Estoy impresionada, me alegro mucho de que hayas logrado todo esto. —Le digo observando y señalando toda la sala. —Siempre fue tu sueño.
—Si, al final el trabajo duro es recompensado. —El sonríe y me alegro bastante por él. —Ve con Blake, yo debo ocuparme de ciertas cosas esta mañana.
Asiento y me despido de él por un rato. Por otro lado mi hermano se encuentra con un par de chicos y una chica charlando en una mesa alta mientras están de pie. Cuándo estoy a punto de acercarme Blake me hace una señal con la mano para que vaya y los tres fijan su mirada en mi.
—Chicos, ella es Olivia, podéis llamarla Liv. —Dice pasando su mano por mi hombro. —Ellos son Rafe, Topper y Ruthie.
El primero es un chico con el pelo rubio rapado, alto y fuerte. Él me mira con una sonrisa picaresca mientras lleva un vaso con bebida a su boca. El segundo es un poco más bajito y delgado, con los ojos mas oscuros y el pelo más largo, por su parte me observa con algo de nervios. La chica tiene el pelo largo y marrón, ella no me observa muy bien, y se agarra del brazo del segundo chico, mostrándose algo insegura.
