capitulo 14

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Se fumaba un cigarrillo mientras le escuchaba hablar al teléfono con una tal Emma...

Se reía
de forma tierna, y hablaba con una voz mucho más tranquila, lo que le hizo saber, casi
enseguida, que estaba tratando de comportarse diferente para impresionarla.

La verdad es que ni le importaba.
Cerró los ojos ante la brisa fresca que golpeó su rostro y le apagó el cigarrillo. Del bolsillo de
su chaqueta, cogió el mechero y volvió a prendérselo, dándole una calada que le llenó la boca
y parte de la garganta con humo, mismo que mantuvo ahí algunos segundos, antes de soltarlo
como un hilillo que se disipaba en el ambiente.

Se sacó la chaqueta, quedando únicamente en una camiseta negra de tirantes, que le quedaba
entallada y le hacía verse, si era posible, un poco más delgado. Fue cuando Tom cortó la
llamada, aún con un pequeño esbozo de sonrisa, y carraspeó para llamar, sin éxito, su
atención.

- Buen clima, ¿a que sí? - El pelinegro asintió, golpeando con la uña del pulgar el filtro del
cigarrillo para deshacerse de todas las cenizas.

- Mejor que el de Magdeburgo. - Sopló. Tom sonrió, mirando sus delgados bracitos, su piel
muy blanca.

- A ti te hace falta ver el sol más seguido: estás muy pálido. - Levantó una de sus manos a la
altura de sus ojos, y luego de analizar el color de su piel, se encogió de hombros, indiferente.

- Mmmno, no me importa, la verdad. - Tom se rió, y alcanzó de su mochila algo de comida
que habían preparado desde su casa: algunos sushis y rollitos.

- ¿Hambre?

- Mucha. - Confesó, entonces Tom le pasó a las piernas su pequeño contenedor de plástico,
con su comida. Bill asintió, serio, como agradeciendo. Después miró que Tom abría el suyo,
y sin más, se metía un sushi en la boca.

Se le escapó una risilla, burlona.
- ¿Emma es tu novia?
Los ojos de Tom corrieron a ver los de Bill, completamente desmaquillados, haciéndolos ver
mucho más pequeñitos y algo hinchados. El cabello lo tenía un poco desaliñado, causa de
haber dejado que se le secara con el aire natural, y la piel, de tan blanca, la tenía un poco
manchada, quizás por el sol.
Sonrió, como lo hacía cada vez, y después observó dentro de sí, pues lo que sentía por Emma
muchas veces sobre pasaba lo que podía expresar con palabras.

No. - Fue su seca respuesta. - Sólo nos estamos conociendo.
- Guay.

- Humjum... Nos conocimos en la universidad, en segundo semestre. Todo sucedió tan rápido
que creí que estaba seguro de lo que quería, pero hace un poco de tiempo he creído que
quizás no lo es...

- No la hagas perder su tiempo. - Regañó, haciendo que Tom se quedara completamente en
silencio, pero no incomodó, más bien un poco sorprendido. - Está de la mierda que la gente te
haga esperar...

- Sí... pero no es que no la quiera...
- ¿Te sientes inseguro? ...hum... - Preguntó, para después meterse un sushi completo a la
boca, y masticara inflando los mofletes. Se cubrió la boca con la mano abierta, llevando su
mirada a la de Tom, quien también lo miraba a él.

- Un poco, ¿no te pasa?... que a veces crees que te has enamorado, pero luego quizás es puro
cariño. - Bill negó, recogiendo uno arrocillos que se habían caído por su playera, y
echándoselos a la boca. Después se llevó el cabello detrás de las orejas.
- Hum, no, nunca me he sentido enamorado. - Mintió.

Y Tom lo supo, no sabía cómo. - Pero
es normal, supongo, sólo no des esperanzas a alguien que quizás no le vas a cumplir.

Sonrió, pero porque le parecía raro y sorprendente, que, de ser tan serio y enojón, de pronto le
diera consejos con esa misma actitud.
- ...Tienes razón...- Bill asintió, y se metió un último sushi antes de acostarse en el pasto,
usando sus manos como almohada, dejándole ver sus axilas apenas con vello delgado, y sus
costillas casi atravesando su playera negra.

𝑹𝒐𝒕𝒐 🥀. "𝐿𝑖𝑎𝑛𝑠𝑎𝑣𝑖𝑜𝑟" 𝒕𝒐𝒍𝒍 .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora