capitulo 6

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Niño, toma, es una chocolatina de miel... - Le llevó una de las que le regaló su padre hacía
días, y es que, como a él le hacían sentir feliz cuando las comía, pensaba que a Tom también.

Aunque Tom estaba abrazando sus rodillas, con la carita mojada por las lágrimas. Desnudo.
Se le veían unas ojeras gigantes y el cuerpo le temblaba un poco.

- No quiero... - Susurró.

- ¿Por qué no?

- Hum... me siento mal...

- ¿Te duele la barriga? - Intuyó, pero Tom negó. - ¿Entonces qué es?
El mayor apuntó a un lugar específico de la cama, y vio un charquito de sangre y pipí. Bill
abrió los labios, y sabía el sentimiento, pues cuando se hacía pis de más chiquito, sus papás lo
reprendían mucho..

- Ohh... te has hecho pis en la cama... ¿te regañan mucho? - Sus labios temblaron, y un
sollozo se le escapó por la garganta. Bill no sabía la forma en que le pegaban por hacerlo. -
No llores, te ayudaré a limpiar para que no vean.

Se cubrió los ojos con las mantas, luego las hizo puños para quitarse las lágrimas.

- ¿Tienes jabón? - Asintió, y bajó de la cama para ir a por él.

- Aquí... - Bill lo cogió, asqueado, pues parecía hongueado y un poco sucio.
- Guacala, niño, aquí viven gusanos de seguro... bueno... ugh... hazle así al colchón...

Lo restregó por la superficie y luego se lo paso a Tom para que lo hiciera también. Mientras
él se fue a coger un poco de agua de la llave, y al regresar le vio la parte interna de los muslos
ensangrentada, y se cubrió los labios.

- Hum... Tom tienes el... tienes las pompas con sangre... ¿te duele?
Tom sintió las manos temblarle y los ojos nublarse por las lágrimas.

Hoy había venido un
hombre que lo lastimó mucho; incluso caminar dolía y tenía el corazón arrugado.

Le hacía
querer llorar incluso de recordar el rostro de ese hombre.
Bill dio un saltito cuando lo escuchó llorar muy fuerte.

- No llores, niño - Dijo, tímido. - ... se te va a curar. Mejor limpia tu pis, que apesta a
mierda...

Tom asintió, sorbiendo la nariz y deteniendo sus lágrimas. Restregó el jabón por toda la
mancha y luego miró al menor.

- ¿Así? - Dijo con la voz rota.

- Sip... - Bill le echó un poco de agua y sonrió victorioso. - ya no se va a enterar tu papá.

Tom sonrió.

- Gracias, Billi. - El aludido asintió, y luego echó una mini carcajada.
- Me da risa que siempre estás sin ropa. A mí no me dejan.

- ¿Por qué?

- Ah... pues no lo sé... - Tom entrelaza sus propios deditos y baja la mirada a su cuerpo sin
ropa.

Bill lo imita, pero decide subir a sus ojos y verle mucha tristeza a pesar de que es un
niño, siente que su amigo está sufriendo; lo sabe por su mirada, porque siempre está llorando,
porque le habla siempre con miedo.
- Lo que hace tu papá está mal - Tom levantó la mirada, confundido.

- ... tienes que decirle a
tu mami que te toca tus partecitas.
- Mi mami lo sabe... - Dijo serio, pues Nana todo el tiempo lo consolaba por ello.

Bill saltó, sorprendido.

- ¿¡Ella sabe que tu papi te toca tu cosito?!... ooooy, niño, estás en problemas... tienes que irte
de casa...

𝑹𝒐𝒕𝒐 🥀. "𝐿𝑖𝑎𝑛𝑠𝑎𝑣𝑖𝑜𝑟" 𝒕𝒐𝒍𝒍 .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora