Retratos en Lienzo
Pasaron algunos días después de aquella madrugada juntos, y aunque la vida universitaria continuaba con su rutina, Félix no podía dejar de pensar en lo que Hyunjin le había confesado bajo el amanecer. Aquella noche, con su honestidad y su cercanía, había cambiado algo en Félix. Había empezado a verlo con una mezcla de admiración y cariño que no podía ignorar.
Una tarde, después de clases, Félix llegó al dormitorio y encontró la habitación en silencio. Hyunjin no estaba, y había una calma en el ambiente que Félix agradeció después de un largo día de estudios. Pero entonces, algo llamó su atención: un rincón de la habitación estaba cubierto por una tela que parecía ocultar algo grande. Era extraño; no recordaba haber visto eso antes.
Intrigado, se acercó al rincón y, con un poco de nerviosismo, tomó la tela y la levantó para descubrir lo que había debajo.
Lo que vio lo dejó sin palabras.
Era un lienzo, una obra de arte increíblemente detallada y hermosa. La pintura capturaba partes de su propio rostro y cuerpo: sus ojos miraban hacia adelante con una expresión de calma y vulnerabilidad, sus pecas estaban representadas con una precisión casi reverente, y sus manos, capturadas en un toque suave, parecían transmitir una historia de emociones no dichas. Cada detalle del cuadro reflejaba un nivel de dedicación y cariño que Félix nunca imaginó que Hyunjin le tendría.
Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras contemplaba el lienzo. No solo porque era una representación hermosa de sí mismo, sino porque podía sentir que, en cada pincelada, Hyunjin había puesto algo más que simple técnica; era como si hubiese capturado algo profundo, una parte de Félix que ni siquiera él mismo había reconocido.
Mientras se perdía en el lienzo, sintió una presencia a sus espaldas. Antes de que pudiera girarse, Hyunjin lo rodeó con sus brazos, abrazándolo con calidez y apoyando la barbilla en su hombro. Félix contuvo la respiración, sorprendido por la cercanía, pero al mismo tiempo, encontrando consuelo en el abrazo de Hyunjin.
-¿Te gusta? -susurró Hyunjin, su voz suave y cargada de expectativa.
Félix apenas pudo asentir, sus palabras atrapadas en su garganta. No sabía cómo expresar lo que sentía; el lienzo no solo era hermoso, sino que era una declaración, un reflejo de la intimidad y la conexión que habían compartido.
-Es... increíble, Hyunjin. Nunca pensé que alguien pudiera verme de esta manera -respondió finalmente, con la voz temblorosa.
Hyunjin sonrió contra su hombro, y con suavidad, Félix giró la cabeza hacia él. Fue un movimiento instintivo, pero cuando lo hizo, sus labios se encontraron, chocando en un roce suave y lleno de sorpresa. Por un segundo, ambos se quedaron quietos, con los ojos abiertos por la sorpresa, sus respiraciones mezclándose en el pequeño espacio entre ellos.
Pero Hyunjin, sin decir nada, dejó que el momento hablara por ellos. Su mano se deslizó con suavidad hasta el rostro de Félix, y sus labios volvieron a encontrarse, esta vez con una delicadeza que hizo que Félix cerrara los ojos, dejándose llevar por la calidez y la ternura de aquel beso.
Hyunjin lo guiaba con paciencia, sus labios moviéndose lentamente sobre los de Félix, enseñándole a saborear cada segundo, cada pequeño roce, sin apuro. Era un beso que no exigía nada; solo le ofrecía una forma de expresar lo que había estado creciendo entre ellos desde hacía tiempo.
Félix, tímido al principio, comenzó a responderle, dejándose llevar, sintiendo cómo la cercanía con Hyunjin disipaba cada una de sus dudas. El tiempo parecía detenerse, y en ese instante, el mundo se redujo a ese pequeño espacio que compartían, a la seguridad de los brazos de Hyunjin y al calor de sus labios.

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A Tu Ritmo _ Hyunlix
FanfictionHyunjin y Félix, dos mundos opuestos, una sola habitación... y un descubrimiento inesperado. Félix guarda un secreto: nunca ha experimentado un orgasmo. Hyunjin, quiere ayudarlo.