Félix terminó de ajustarse la toalla alrededor de la cintura mientras salía del baño, sintiendo el vapor cálido envolviéndolo todavía. Se frotó los brazos, disfrutando del calor que había traído la ducha caliente. La habitación estaba tranquila, iluminada por la luz tenue de una lámpara de noche, y el sonido del agua de la ducha aún corriendo le indicaba que Hyunjin seguía en el baño.
Félix se dejó caer en la cama y cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por la tranquilidad del lugar. Apenas unos minutos después, el sonido de la ducha se detuvo y oyó el suave crujir de la puerta al abrirse. Hyunjin salió, todavía con el cabello mojado y la piel fresca, cubierto con una toalla alrededor de la cintura y con una sonrisa divertida en los labios.
-¿Qué tal la ducha? -preguntó Félix, abriendo un ojo y mirándolo con curiosidad.
Hyunjin se acercó rápidamente, y antes de que Félix pudiera reaccionar, lo abrazó con fuerza, aplastando su cuerpo frío contra el de Félix.
-¡Maldito! -exclamó Félix con una mezcla de sorpresa y risa-. ¡Estás helado, Hyunjin!
-Sí, me di una ducha de agua fría. Quería despertar un poco -respondió Hyunjin, riendo mientras apretaba a Félix contra él. Félix se estremeció, sintiendo cómo el frío de la piel de Hyunjin contrastaba con el calor que todavía sentía después de la ducha.
-Estás loco -dijo Félix, tratando de apartarse, aunque no demasiado en serio.
-Y tú eres mi calefacción -Hyunjin respondió con una sonrisa burlona, sin aflojar el abrazo.
Félix no pudo evitar reír, y cuando Hyunjin finalmente lo soltó, dejó sus manos sobre los hombros de Félix, mirándolo a los ojos con un brillo juguetón. Sin decir nada más, se inclinó y dejó un beso suave en su frente, un gesto que siempre hacía que Félix sintiera un cosquilleo en el estómago. Hyunjin luego se detuvo un segundo y, sin apartarse, bajó su rostro hasta que sus labios encontraron los de Félix en un beso lento y cálido. El frío de antes desapareció en ese instante, reemplazado por la calidez de la conexión que compartían.
Félix cerró los ojos, dejándose llevar por el momento, sintiendo cómo la respiración de Hyunjin se mezclaba con la suya. Cuando se separaron, Hyunjin lo miró con una sonrisa traviesa y levantó una ceja.
-¿Sabes? Minho me dio un regalo interesante hoy -dijo Hyunjin, con una chispa de curiosidad en la voz.
Félix parpadeó, confundido.
-¿Un regalo? ¿Qué es?
Hyunjin rió y se dirigió a su mochila, que estaba en una esquina de la habitación. La abrió y sacó una pequeña caja negra. Volvió a la cama y se sentó al lado de Félix, dejándola entre los dos.
-¿Quieres verlo? -preguntó, mordiéndose el labio en un gesto entre juguetón y travieso.
Félix miró la caja, sintiendo cómo su corazón empezaba a latir más rápido. Había algo en la expresión de Hyunjin que le hizo pensar que aquello no era un regalo común. Pero, aun así, asintió, dejándose llevar por la curiosidad y la confianza que tenía en Hyunjin.
-Claro, muéstramelo.
Hyunjin le mostró el vibrador anal a Félix, y le hizo agarrar a él. Hyunjin miró a Félix con una mirada traviesa mientras mostraba un vibrador anal les regaló Minho. La habitación estaba bañada en la luz suave y cálida de las lámparas, creando un ambiente íntimo y acogedor. Félix, un poco nervioso, se quedó callado por un momento, pero no pudo evitar sentir un cosquilleo de curiosidad al ver el juguete en la mano de Hyunjin.
- ¿Qué te parece? -, preguntó Hyunjin, guiñándole un ojo mientras le pasaba el vibrador. Félix sintió un ligero escalofrío recorrer su cuerpo mientras sus dedos tocaban el dispositivo. Hyunjin tomó el control del vibrador, apretando un botón que encendió el zumbido sutil, llenando el aire con una vibración casi hipnótica.
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A Tu Ritmo _ Hyunlix
FanficHyunjin y Félix, dos mundos opuestos, una sola habitación... y un descubrimiento inesperado. Félix guarda un secreto: nunca ha experimentado un orgasmo. Hyunjin, quiere ayudarlo.