Capitulo XII

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Advertencia: Escenas +18

Jaque mate


— Querias fuego, pues preparate que va a arden todo el jodido infierno francesita. Es hora de jugar.

Y con eso la beso, ella al principio trata de apartarse pero después se rinde manteniendome cerca.

Ella enrosca sus piernas a mi alrededor moviendo su cara a un lado para que bese su cuello.

Mis manos viajan a sus pechos acariciandolos y ella suelta un pequeño gemido.

Al ver que causo una emocion sexual en ella me motiva a hacerla sentir bien

Digamos que desde la vi con aquella pijama llamo mi atención.

Verla en la cafetería pude creer en el hecho de que en realidad podíamos llegar a hacer solo amigos.

Quería acompañarla y cuidarla ya que se que a pesar del poco tiempo Alberth le tiene mucho cariño.

Pero paso algo que llamo completamente mi atención querer tenerla cerca, y fue su relación con Asher Rees.

El y yo nos vimos un par de veces pero desde en ese entonces sabiamos que no nos llevaríamos bien y somos rivales.

Pensaba que tenerla como vecina no significaría nada ya que siempre estaba viajando y no estaba casi en casa.

Estando en la oficina o a la hora de el almuerzo no importaba en donde estuviera permanecía en mi cabeza.

Aquella francesita me estaba cambiando algo en mi, los vuelos empezaron a cancelarse solo para tener una excusa para verla.

Cuando Katherine me aviso que ella se quedaria en casa solo con Alberth cancele todo para ir a casa.

En casa quise parecer seguro, verla conversar con mi hermano senti que algo cambio en mi.

Cuando la lanze en la piscina conmigo queria tenerla cerca. Ese traje de baño me afecto mucho tanto así de tener que tocarme en la ducha pensando que era ella la que me tocaba.

Eso sin hablar lo que sucedio en la cocina, quería confirmar si no era el único que se sentía atraído. Quería besarla y hacerla mía pero no lo hice.

Me sentía frustrado llegando al hecho de hablar con May Stell para ser su fotógrafo personal ya que sabia que ella estaría aquí.

Verla vestida de ángel me hizo querer besarla frente de todos, creí que podía mantener la postura esta noche pero aquel jodido baile lo arruino todo.

Vuelvo a sus labios y ella parece igual de excitada que yo.

— Ixael..

Joder nunca me había gustado tanto mi nombre.

— ¿Que quieres hacer francesita?

Ella toma de mi corbata desasiendo el nudo y quitando mi saco.

— Quiero..

Mis manos se cuelan por su vestido llegando a sus bragas. Puedo sentir su humedad pero no la toco aun.

— Dilo.

Hago las bragas a un lado jugando con ella. La miro y se extremece. Ella me mira y hace querer perder el autocontrol pero debo ir despacio.

— Ixael follame. Hazme tuya.

Me alejo y ella me mira pensando que la dejare como aquella noche. Pero es todo lo contrario.

— Aquí no.

𝙇𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙡𝙢𝙖, 𝑼𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏𝒇𝒆𝒓𝒎𝒊𝒛𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora