Prometo siempre odiarte, MI AMOR

Savant, el orgullo familiar

Preciosx,los 4 primeros capítulos te doy un poco de contexto, pero si lo que quieres es irte directo a la trama, te veo en el capítulo 5.

Ares Savant

Geniéve no solamente es mi novia, es la mujer perfecta, la mujer que quiero como madre de mis hijos, mi esposa, mi amante, mi confidente.

Cuando nos conocimos en la universidad, ninguno de los dos buscaba una relación que llegara tan lejos y menos entre dos personas como nosotros, somos de, por así decirlo, mundos diferentes.

La posición social de mi familia no se compara ni de chiste con todo el dinero de la familia Bureau.

Siempre supe que quería dedicarme de lleno a las artes y el mundo musical, quise darles gusto a mis padres estudiando una carrera, pero deserte casi al final para poder dedicarme de lleno a lo que amo.

Hace apenas un par de semanas nos presentamos a una audición para una disquera, en donde por cierto, Mon Amour estuvo presente, y gracias a mi gran calentura todo el mundo la está tratando de fácil.

Y si, sueno como un idiota por no pensar en las consecuencias, pero si ustedes vieran lo que veo, si ustedes tuvieran una novia como la que tengo, ya se hubieran metido en ese y más problemas.

Cuando terminamos la audición nos fuimos a un bar para despejarnos un poco y en cierta forma celebrar,le gustamos a la disquera así que nos dio esperanza.

Geniéve llevaba un vestido negro entallado que remarcaba los resultados de sus horas en pilates, su escote era en forma de corazón y dejaba ver sus bonitos y bien formados pechos, no fue hasta "The Hills-The weekend" y un Gin Tonic que mi cabeza no dejaba de pensar en el bonito cuerpo de mi novia y en todas las veces en que la he visto desnuda y rendida entre mis sábanas.

Esa noche perdí mi lado racional y la tomé de la cintura mientras la llevaba a la parte más oscura del bar.

-Ares, basta...alguien nos puede ver

Yo lo sabía,estaba lleno de gente,pero en ese momento, lo único que quería era sentir la bonita y húmeda entrada de mi novia.

Mi pantalón me estaba matando por la erección, no lograba escuchar lo que me decía, solo recuerdo empezar a subir su vestido y adentarme en el medio de sus piernas.

-Siempre siendo una ñina obediente.- dije metiendo dos de mis largos dedos en su interior

-Ares...- dijo jadeando

-¿Que es lo que quieres Geniéve? Pídemelo y terminaremos con tu tortura.- le susurré sacando y metiendo mis dedos empapados de su excitación

-Hazlo ya...-rogo

-No hasta que salga de tus preciosos labios lo que quiero oír .- bese y mordí sus carnosos labios mientras la seguía penetrando con mis dedos -¿Me quieres adentro?¿Me necesitas justo ahora?¿Aquí en este lugar?

-Sii...-respondio gimiendo

Fue todo lo que necesite para tirar sus bragas de un jalon  y desabotonarme el pantalón, paso su mano por mi miembro y gemí ante su tacto, aunque ya habíamos estado tantas veces juntos, jamás me cansaría de sentir como sus manos me acarician, Geniéve me volvía loco.

Estaba en su entrada jugando un poco con ella mientras le susurraba palabras sucias en el oído y marcaba su cuello, me encantaba escuchar como gemía y como yo era el único capaz de tenerla así

-Maldita sea, ya hazlo

-Tus deseos son órdenes Mon Amour

Estaba apunto de sentir la calidez de su precioso coño, cuando escuché gritar a algún hijo de puta

-¡Say Cheese!
Y enseguida sentí el flasheo de su jodida cámara; me puse frente a Geniéve para tratar de que no saliera en la foto, se bajó el vestido lo más rápido que pudo mientras yo abotonaba mi pantalón.

-Maldita sea, lárgate de aquí .- respondí bloqueando el celular del idiota ese

-Pensamos que era show gratis hermano

Cuando estaba por soltarle un puñetazo en la cara, me deslumbraron más y más flashes alrededor, cuando volteé a ver a Geniéve, ella estaba tratando de taparse la cara con sus manos arrinconada en aquella esquina.

Quería matar a todos los malditos que estaban cerca, pero al ver la vulnerabilidad de mi novia, la jale del brazo y le tape la cara con mi chamarra para salir de toda la multitud.

¡Mala idea!

Al salir los flashes fueron incontables, había soñado con este momento,pero no así.

Había pensado en qué sería jodidamente bueno que los paparazzis me  siguieran con sus cámaras,me hicieran preguntas de la banda y fuera famosos y reconocido.

Pero hoy no era el caso, hoy solo era un maldito que había metido al amor de su vida en problemas graves, muy graves.