Rosaura, es una mujer independiente, segura de si misma y nunca se deja pisotear por ningún hombre, ella huye de un pasado con muchas complicaciones, pero no sabe lo que le espera.
¿Será esto igual o peor del pasado al que tanto le huye?
Alejandro...
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Tiempo pasado:
Rosaura
Recuerdo que siempre tiraba a la basura los regalos e ignoraba los mensajes de Mike, pero todo empezó a cambiar cuando los negocios de mis padres empezaron a expandirse y como parte de mi carrera, tuve que colaborar para darles propuestas que mejoraran sus negocios tanto en la industria automotriz y en la moda.
Me encontraba en la oficina de mi padre, rodeada de elegantes muebles de madera oscura y grandes ventanales que ofrecían una vista panorámica de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Era una de las tantas oficinas que tenía en esta ciudad y en otros países, al igual que mamá tenía varias oficinas en Argentina, Alemania y eran reconocidos. Asi que estaba vestida con un traje negro impecable que resaltaba mi cabello rojo y mis ojos cafés, uno de los diseños de mamá transmitiendo una imagen de confianza y determinación.
Desde que comencé a estudiar Administración de Empresas, había sentido un creciente interés por el mundo de los negocios, especialmente por el próspero imperio automotriz de mi familia. Mi padre Karim era reconocido en el sector de los autos de lujo en Alemania, pero mi madre Gabriela, tenía su propia empresa de diseño de moda, que también era reconocida en Alemania, México y otros lugares, lo que despertaba en mí un interés por ambos ámbitos empresariales.
—Bienvenida, Rosaura —dijo mi padre con una sonrisa mientras le indicaba que tomara asiento frente a su escritorio—. Estoy feliz de que quieras involucrarte más en los negocios familiares.
Asentí con determinación, sintiéndome emocionada por la oportunidad de aprender de mi padre.
—Quiero contribuir de manera significativa al éxito de la empresa, papá. Estoy lista para asumir más responsabilidades —declaró con firmeza.
Mi padre asintió con aprobación y comenzó a explicarme los detalles de un nuevo proyecto que estaban desarrollando en la empresa automotriz. Escuchaba atentamente, haciendo preguntas perspicaces y demostrando un entendimiento sólido de los conceptos empresariales.
Mientras tanto, mi madre Gabriela, entró en la oficina con una elegante carpeta en la mano. Vestía un traje de su propia marca que reflejaba su estilo único y sofisticado.
—Hola, querida —saludó mi madre con una sonrisa—. Tengo algunas ideas emocionantes para nuestra próxima colección de moda.
Me emocione ante la perspectiva de colaborar con mi madre en el negocio de la moda.
—¡Eso suena increíble, mamá! Estoy deseando escuchar tus ideas y contribuir en lo que pueda —respondo con entusiasmo.
Llamada entrante que llega a mi papa, nos hace una seña de que ahorita regresa, al momento de que dura unos instantes me dice vamos a la reunión es urgente, es momento de que hagas las propuestas que habías comentado antes.
