Hermandad, Magia y Cosquillas

✨ Capítulo X: Los Nuevos vecinos ✨

Por fin está historia tendrá una continuación, es increíble volver a escribir, el Tickleverso está avanzando público, disfruten la historia.

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Serrure se miró en el espejo, tanto con expresiones de sorpresa, como de enojo pasaron por su rostro. Para antes de que sonaran las alarmas de los adolescentes, se escuchó un fuerte grito de Serrure, el cual decía:

- ¡NIÑOS, ESTAN EN PROBLEMAS! -

Tanto Billy como Freddy se levantaron sobresaltados, ambos con caras de terror. El primer pensamiento fue obviamente el de sus juegos secretos de cosquillas, el cual padre había descubierto. Billy prácticamente lloraba de terror, sabía que era una mala idea.

Se levanta de la cama temblando, igual que Freddy, quien ahora si creía las historias de Billy. Ambos se ponen hombro con hombro, con espaldas erguidas y bajando la cabeza, como cuando un niño esperaba el regaño de su padre, lo que si era el caso.

-Ok mis niños…- dice Serrure obviamente molesto -…Me pueden explicar ¿Qué es esto? - y se agarró el pijama.

Los chicos estaban asustados para observar, ya Billy estaba a punto de ponerse de rodillas y suplicar. Entonces se atreven a dar un vistazo, y ellos tienen la misma cara de sorpresa al ver el pijama de Serrure, la cual ahora era de su misma talla.

- ¿Y bien? ¿Quién fue el gracioso? - insistió Serrure.

- ¿De qué hablas? - dice Freddy, quien trataba de desviar el tema que creía que se referida.

- ¡Mi pijama Hijo! - dice este de forma severa –Alguien se le ocurrió gracioso que mientras yo dormía a gusto, cambiarme el pijama… mi pijama favorito, por esta copia… ¿Quién de los dos fue? - dice el chico.

Ambos intercambiaron miradas extrañadas, obviamente indicando que no sabían de que estaba hablando. Serrure era lo bastante inteligente para darse cuenta de eso:

- ¿No fueron ustedes? - dijo extrañado.

-No… eso no es obra nuestra- dice Billy, quien se alivió de haber esquivado una bala.

-Pero entonces… ¿cómo me desperté vistiendo esto? - dice Serrure mirándose al espejo - ¿Siempre estuvo este espejo…? Olvídalo, ¿Cómo es que tengo este pijama? - y se la agarra confundido.

Billy se acerca, y la huele; con los años, él sabía identificar todo lo suyo por medio del olfato, era raro, pero funcionaba. Pega su nariz del pijama y dice tanto seguro como extrañado:

-Si es tu pijama… huele como tu pijama… pero ahora, esta grande-

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Llego el desayuno, y ninguno sabia explicar cómo el pijama de Serrure ahora era de su talla. El chico estaba sentado mientras sostenía los faldones de su camisa, y si se sentía como su pijama, pero era la sensación de cuando la uso por primera vez.

- ¿Me sorprende verte usando pijama? - dice Víctor de buena onda –Generalmente bajas vistiendo de forma elegante-

-Solo… algo paso… solo necesito pensar- dice Serrure viéndose los monos, los cuales ahora si les llegaban a los tobillos, además de no estar apretados.

Mientras se miraba la ropa, Rosa va fregando y dice al ver la ventana:

-Cariño… parece que al fin vendieron la casa maldita- dice emocionada.