Princess of Monaco - 𝐟𝟏 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧

𝟎𝟐 |

📅 Octubre, 2023

📍 Londres, Inglaterra

—Entonces, ¿cómo conoces a Henry? —preguntó Max con curiosidad mientras le daba un largo trago a su cerveza.

—Estudio la maestría con él —respondió Lulu con una sonrisa—. Pero nos conocemos hace años.

—Vaya, entonces eres de las que saben cosas —bromeó Max con una sonrisa intrigada.

Lulu soltó una ligera risa.

—Algo así.

Lando, ahora más interesado de lo que pretendía, intervino:

—¿Qué estás estudiando?

—Relaciones internacionales y filosofía política —contestó ella con naturalidad, aunque había un ligero brillo en sus ojos, consciente del impacto de sus palabras.

Lando asintió, impresionado.

—Eso suena... intenso —admitió con una sonrisa, tratando de no parecer demasiado interesado.

—Lo es, pero me encanta —respondió ella con una leve sonrisa—. ¿Ustedes que hacen?

—Somos pilotos... —contestaron al unísono ambos.

—Oh. Okey, eso es más interesante que lo mío.

Lando soltó una carcajada mientras Max sonreía, claramente entretenido por la reacción de Lulu.

—No sé si "más interesante" sea la palabra adecuada —comentó Lando con una sonrisa—. Solo nos subimos a un auto y damos vueltas muy rápido.

—Y a veces no nos estrellamos —añadió Max con tono burlón.

Lulu rió suavemente, sacudiendo la cabeza.

—Vaya, lo hacen sonar muy modesto.

—Yo estoy de todas formas algo retirado,—comentó Max, tratando de sonar relajado—, pero Lando está en la Fórmula 1.

El comentario de Max hizo que Lulu levantara una ceja, interesada. Sus ojos se deslizaron hacia Lando, quien evitó su mirada por un breve instante, como si el tema lo incomodara.

—¿En serio? —preguntó ella, su tono ligero, pero había una intensidad en su mirada—. ¿Fórmula 1?

—Sí, bueno... —Lando se encogió de hombros, intentando parecer despreocupado, pero era evidente que no lo estaba. El ambiente se volvió un poco más tenso de lo que esperaba.

Max, notando el cambio en el aire, le dio otro trago a su cerveza.

—Es todo un personaje —añadió Max, lanzándole a Lando una mirada rápida. No era exactamente un cumplido, pero tampoco una crítica.

Lulu se quedó en silencio un momento, observando a Lando. No dijo nada, pero algo en su expresión cambió. Tal vez era una mezcla de curiosidad y comprensión, como si de repente entendiera más de lo que estaba dispuesto a mostrar.

Lando notó la mirada y, por un segundo, sus defensas cayeron. Había algo en su expresión, una sombra que pasaba fugazmente por sus ojos, como si estuviera cargando con algo más pesado de lo que el ambiente casual sugería. Pero antes de que pudiera responder, Max volvió a intervenir.

—Lulu, ¿alguna vez te ha interesado el automovilismo? —preguntó, cambiando de tema rápidamente.

—Un poco —respondió ella con una risa ligera, claramente sintiendo la tensión que ambos intentaban disimular—. Solía ver las carreras con mi papá cuando era niña, ahora ya no estoy muy al tanto.