Algunas cosas no están planeadas -COMPLETO-

Capítulo 16: La Primera Huelga

El pánico es algo que incluso los dioses pueden sentir. Desafortunadamente, no hay forma de detenerlo, lo que significa que no voy a hablar sobre cómo fue la próxima hora porque puedo resumirlo sin mencionar las miradas de pánico de todos que cambiaron a más pánico cada diez segundos. Pérdida de mi tiempo y el tuyo.

Entonces, en general, comencemos. El caos entra y esencialmente nos dice que podemos luchar contra el vacío por nuestra cuenta porque, por supuesto, lo hacemos, para qué más estamos. Entonces muchos de los dioses se preguntaban si había alguna manera de detener a Void y Chaos acababa de reiterar lo que Void nos había dicho, que solo podía luchar y ser detenido una vez que los catorce sucesores habían sido encontrados pero, por supuesto, no podría apresurarse porque "Fate no funciona en el horario de cualquier persona", así que solo tenemos que esperar hasta que la persona adecuada aparentemente se muestre.

¿Eso asustó aún más a los dioses porque estaban preocupados por quién podría estar involucrado en esta guerra, Titanes? ¿Monstruos? ¿Otros dioses menores? Bueno, aparentemente a Void le gusta trabajar solo y nos va a enviar ejércitos del Artai, sus soldados, hasta que muramos o muera, o necesite ser reformado o lo que sea que haga cuando sea apuñalado con suficientes espadas.

Todo esto no fue muy divertido de escuchar, pero por supuesto SE PONE PEOR DAMAS Y CABALLEROS, Porque nos dijeron que si tuviéramos que luchar contra ellos en el estado de entrenamiento en el que estábamos ahora, estaríamos jodidos porque aparentemente estos soldados son de élite y casi imparables. En primer lugar, eso no es justo, en segundo lugar, es preocupante cuando incluso con la mejor enseñanza que pudieron obtener, los semidioses aparentemente no estaban lo suficientemente preparados. Annabeth me dio un resplandor de la muerte cuando traté de mencionar que podíamos tratar de decirles que nos dejaran solos hasta que pudiéramos vencer al vacío y mientras bromeaba, también era un poco serio, tal vez escuchaban quién sabe.

No pensé que podría empeorar cuando me había separado por zonas y solo estaba hablando en mi mente con Annabeth y Zoë, contándoles lo que había sucedido. Bueno, estaba hablando con Thalia, quien me hizo saber lo que estaba pasando entre tú, Annie, ella y Piper.

"¿Qué te dijo?"

Estaba molesta por cómo había vuelto, pero todo está bien ahora. Mientras esté bien con ustedes dos, ella se unirá a nosotros. Annabeth comenzó a reír y asentir antes de enviar una mirada a Thalia, a quien supongo que le hizo feliz Annie en su mente porque comenzó a sonrojarse profusamente y se encogió en su trono. Mientras tanto, Zoë todavía me miraba, contemplando un total de diez segundos antes de sonreír y asentir conmigo.

Bueno, al menos ese tema fue tratado, tal vez podríamos cenar un poco esta noche, salir en una cita solo los cuatro ¡Lord Prissy, tenemos un problema, necesitamos que bajes aquí, ahora! La voz que sin duda era Clairisse me sonó en la cabeza y me puse de pie al instante, mostrando mi armadura y mirando a mi alrededor mientras todos me miraban preocupados. Convocé mi casco en mis manos y los demás se pararon ahora con su propia armadura. "Hubo una llamada del campamento. El primer movimiento ya se está haciendo."

Todos se preparaban para irse cuando el caos levantó la mano, confundiendo a todos más, porque TODOS ESTÁN MUY CONFUNDIDOS Y EN PÁNICO. "Esta batalla no puede ser librada por los viejos olímpicos, las leyes antiguas todavía están vigentes para ellos, pero no para sus sucesores." Ella me miró porque aparentemente todavía iba a estar a cargo. "Dirige las fuerzas del Olimpo contra el vacío, y encuentra una manera de terminar esta guerra, Perseo Jackson. El mundo depende de ello."

Asentí y miré a los demás, Thalia, Nico, Annabeth, Zoë y a mí, eso fue lo que tuvimos que luchar con cualquier tamaño que fuera este ejército. Fácil. Los cinco compartimos miradas antes de asentir y aparecer en la cima de Half-Blood Hill, donde vimos una locura frente a nosotros. Había unos cientos de campistas parados a nuestro lado y detrás de nosotros, tratando de parecer que estaban listos contra una fuerza de completa oscuridad y maldad.