Algunas cosas no están planeadas -COMPLETO-

Capítulo 21: Niños y Desafíos

Doce años. Esta guerra había estado sucediendo durante doce años y, sin embargo, estaba paralizada, y nunca más estábamos luchando ya que los olímpicos podían involucrarse ahora, lo que significaba que teníamos mucho más tiempo en nuestras manos. Durante la última década, WeiVe ha coronado a tres sucesores. Will logró probarse a sí mismo cuando salvó aproximadamente la mitad del campamento en un día después de una batalla realmente mala hace unos años y fue nombrado Sucesor de los Apolo. Leo apareció en el consejo el más reciente como su padre Sucesor de la paternidad que no es sorprendente, pero ahora el bombero es el más pequeño un poco más molesto, sin embargo, ahora tengo permiso de su esposa para apagarlo tanto como sea posible.

El último sucesor fue Hermes' y creo que cualquiera puede pensar en quién fue traído al consejo. Después de haber pasado otra década como instructor de lucha con espadas en el campamento, con la convicción de mí, Thalia y Annabeth, pudimos convencer a Zeus de que no volteara su tapa cuando Chaos reveló que Luke se uniría a nosotros. Pensé que era una gran opción, y por mucho que odiara admitirlo, era una gran representación de su padre.

Así que ahora solo tenemos cinco, Ares, Dionisio, Hera, Deméter y Hestia y aunque mi esposa puede no tener hijos propios que puedan convertirse en sucesores, definitivamente tenía algunos candidatos en mente. Hablando de mi esposa, como siempre fue la primera en despertarse a mi lado mientras levantaba la cabeza de la almohada para descansar sobre mi hombro mientras dejaba que mis ojos se abrieran. "por la mañana," murmuré con sueño ya que las bolsas debajo de mis ojos probablemente eran mucho peores de lo que pensaba y Hestia dejó escapar un poco de risa mientras se frotaba el pulgar sobre mi mejilla.

"Realmente te hicieron trapo anoche ¿eh?" Asentí mientras me sentaba lentamente, asegurándome de que Thalia no cambiara demasiado. Anneth y Zoë estaban en el otro extremo de la cama acurrucados el uno en el otro con Anthea entre ambos, dormitando en silencio.

"¿Quién hubiera pensado que tres personas casi podrían matar a un dios con cuánta energía tienen?" Sabía la respuesta, eran míos, pero sabes lo que esperaba que consiguieran la calma de su madre. Evidentemente dos de ellos no lo hicieron.

Hestia pasó su mano a lo largo de mi pecho y luego se acercó y presionó su mano ligeramente sobre el estómago de Thaliaalías, empujando un poco de una sensación de guerra mientras la cara de Thaliayás estaba ligeramente mueca de dolor mientras dormía. "Iiald dale semanas como máximo," dijo Hestia, sintiendo al niño dentro y viendo lo cerca que estaba y ese pequeño comentario me hizo sonreír.

"Es una locura que de alguna manera alguna vez fui un simple semidiós que tenía miedo de su propia sombra. Ahora soy un dios que está luchando contra el vacío mientras que al mismo tiempo está casado con cuatro de las diosas más impresionantes y sorprendentes del mundo y tiene otro pequeño dios en camino, además de los tres que ya tenemos. Lo que pasó el Hades?" Miré a Hestia, que estaba corriendo con el dedo alrededor de mi pecho distraídamente mientras escuchaba. Antes de que ella pudiera responder, hubo un gemido desde mi lado derecho y me volví para mirar a la Thalia despierta, que va a ser un rayo muy adorable o va a querer matarme. "Morning love." Inmediatamente envió su mano hacia arriba y la colocó en mi cara tratando de evitar que todo el sonido entrara en su vecindad.

"¿Sabes cómo sucedió? Debido a que nos tenías cuatro para llevarte allí y llevar a tu idiota," Thalia gruñó en su ira matutina mientras la mitad de su cabello estaba pegado a su cara. Tuve que meter un puño en la boca para evitar que me riera de ella porque iba a perderlo de otra manera. Afortunadamente, antes de que algo más estuviera a punto de romperme, escuchamos un sonido de pasos limitantes en el pasillo. "Thates mi cola para moverme," Thalia dijo rápidamente y salió de la cama lo mejor que pudo con lo embarazada que estaba y justo cuando logró levantarse y sentarse en una silla a unos veinte pies de la cama, la puerta se abrió.