Salvame [Shigadeku]

Nada 22

Y al final si hubo campamento.

Engañaron a Izuku, le dijeron que solo iba a estar atendiendo a sus compañeros que no iba a participar en ninguna actividad.

Pero esta en este infierno, los profesores están llevando nuestras capacidades al extremo. Le obligan a controlar varias gotas de sangre a la vez con una mano, mientras que con la otra está curando a animales enfermos que le traen.

Tiene que superar los efectos de la anemia, su cuerpo se recupera rápido pero los síntomas no.

Mientras Tomura planeaba secuestras al ganador de combate de deportes de primero en la U.A, sabía que Izuku estaba ahí, por lo que debían ser silenciosos y evitar sospechas. Sería un error que Izuku se enterara así de como es su familia.

Era de noche todos comían placenteramente, dentro de poco había u prueba de valor.

Izuku no creía en los fantasmas, así para él será simplemente un paseo nocturno y aunque parezca una actividad tranquila de compañeros en realidad es un entrenamiento.

Y eso le molesta, estropean hasta lo más divertido. 

Iba hacer equipo con alguien, pero al final se negó. No iba complacer a los héroes.

Veía como sus compañeros entraban con seguridad y escuchaba los gritos con cierta diversión.

Hasta que escucho un grito diferente, vio como uno de sus compañeros venía asustado y mal herido.

- Los villanos están aquí.

No dudo en correr hacía el bosque si antes tocar a sus compañero con su sangre, habría mas heridos ahí dentro.

Cada que encontraba a uno, le curaba rápidamente. Se sentía mareado perdía mucha sangre, no le daba tiempo a controlar la cantidad de sangre que salía de él mientras avanzaba.

- Capturaron a Bakugo -. Escuchó gritar, pero le costaba enfocar la vista.

Un compañero intento sacarlo de ahí, pero no se iba dejar llevar. Quería curar a todos los mal heridos que encontrara, y quería salvar a su compañero.

No iba a matar a nadie, solo provocaría una fiebre alta o alguna enfermedad que les impioda marcharse.