XV. Más allá de la coincidencia

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El aire nocturno golpeo mi rostro en cuanto salimos del club a toda prisa. Apenas podía procesar lo que había ocurrido dentro, pero justo ahora tenía otro problema entre manos y no podía permitirme pensar en ello justo ahora. El sonido de los tacones de Cris resonaba en la acera, mientras ambas corríamos hacia el auto y mi corazón lo sentía acelerado en el proceso no solo por la adrenalina, sino también por la furia que aún bullía bajo mi piel.

«¿Qué más puede salir mal esta noche?», pensé mientras trataba de encender el coche con manos temblorosas.

En cuanto pude poner el coche en marcha, salí rápidamente de la calle en donde nos habíamos estacionado anteriormente. El silencio en el auto era pesado. Cris había dejado de hablar desde que entramos al auto y verdaderamente se lo agradecí. Mi mente sinceramente se encontraba en otro lugar.

Mi mirada estaba fija en la carretera, pero mi cabeza seguía con Dante. Ese hombre. Esa maldita mirada y la manera en que había intentado controlarme sin que yo fuera consiente. Me recriminé mentalmente, ya que no era un buen momento para estar pensando en él y molestarme por ello de nuevo, pero me sentía tan sobrepasada de sentimientos que estaba segura de que cualquier cosa podría hacerme estallar.

Y la preocupación que también sentía porque Beatriz estuviera bien tampoco estaba ayudando demasiado. Necesitaba calmarme, pero el eco de las palabras de Cris sobre el robo seguía retumbando en mi cabeza.

Las cosas materiales me tenían sin cuidado, necesitaba que Triz estuviera bien y sin ningún rasguño. El miedo comenzó a enredarse con mi ira al mismo tiempo al pensar en mi amiga sola en el departamento. Sabía que esta noche no debíamos salir y aun así no confíe en mi instinto y ahora me estaba arrepintiendo por ello


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Cuando llegamos al apartamento, la puerta estaba abierta, con la cerradura rota y colgando de un solo tornillo. Mi estómago se revolvió al instante al ver el desastre que nos esperaba dentro. Todo estaba revuelto, las gavetas tiradas por el suelo, ropa esparcida y algunos muebles volteados. Mi hogar y uno de los lugares donde solía sentirme segura era una zona de caos.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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Ilustrando tus Deseos I (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora