SALERNO, ITALIA. 2020
El olor metálico de la sangre inundaba mis fosas nasales, a su vez que esta ensuciaba mis manos, mi ropa y todo el suelo de este sótano. La imagen que tenía frente a mí era de una completa carnicería. Para una persona normal esto seria más de lo que sus mentes podían soportar, algo que seguro causaría pesadillas.
Pero en mi mundo, esto era normal. Algo con lo que ya estábamos familiarizados. La tortura y la muerte eran la única solución a una traición y el hombre desangrándose frente a mis narices lo sabía y aun conociendo eso, decidió traicionar a la Familia Mazzarella. Decidió traicionarme a mí, el Capo di tutti capi de la Camorra.
Y, como el cobarde que era, estaba suplicando por misericordia. En estos momentos el cabreo que sentía estaba combinado con satisfacción. Me satisfacía que nos hubiera traicionado y no por las consecuencias que ello había causado, era más bien, que el idiota nos había dado la oportunidad de deshacernos de alguien como él, de la mejor forma que conocíamos.
Él apestaba a cobardía y era un olor que yo no soportaba al igual que la traición.
No era digno de pertenecer a la Camorra.
Los gritos de dolor volvieron a escucharse por todo el lugar cuando uno de mis hombres procedió a cortar el tercer dedo de su mano derecha. Su asquerosa sangre comenzó a manar como una cascada que caía directo a sus pies.
Quejidos y suplicas no se hicieron esperar al momento en que noto que otro de mis hombres se acercaba a su cuerpo con un hierro hirviendo, dispuesto a quemar la herida en donde antes se encontraba su dedo. Esto, para impedir que perdiera más sangre y mantenerlo más tiempo con vida, alargando su dolor. Lo mismo había sucedió con sus anteriores dedos y con todas las demás heridas que ya tenía en su cuerpo. Solo lo habíamos desangrado lo suficiente para mantenerlo débil, pero vivo.
—¡Por favor! ¡Por fav... —un grito de dolor desgarro su garganta interrumpiendo sus suplicas, y las cadenas que sostenían sus muñecas y pies desnudos se tensaron, demostrando el dolor por el que estaba pasando su cuerpo al ser quemado con el hierro hirviente. Seria hipócrita de mi parte negar que no estaba disfrutando esto. Su dolor alimentaba mi orgullo y mi poder al demostrarles que con un Mazzarella no se podían meter, que a la Camorra nadie la traicionaba y si eso sucedía, estas serían las consecuencias.
—¿Por favor? —pregunte con ironía alzando una de mis cejas en su dirección. —Perdiste el derecho de suplicar desde el momento en que decidiste que ser amigo de la Bratva era una buena idea. Tus lloriqueos solo están alargando tu dolor. Entre más llores y supliques más daño te van a causar. La cobardía es una buena motivación para nosotros, y una mala suerte para ti. Con ello solo causas que se alargue tu muerte y tu dolor.
—¡Solo deja que te cuente todo! Solo... ¡Por favor, dije que hablaría! —siguió sollozando y suplicando y eso solo hizo que me molestara más. Esto ya me había cansado. Su cobardía me estaba asqueando. había demostrado valentía al traicionarnos, pero al momento de asumir las consecuencias esa valentía se iba al carajo.
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Ilustrando tus Deseos I (EN PROCESO)
RomanceLa vida de Cat estaba definida por dos simples palabras: Webtoons e ilustraciones +18. Esto por supuesto era un secreto, hasta que Dante Mazzarella entro a su vida. . . . . NOVELA ORIGINAL Prohibido plagio y/o adaptación.