Dieciséis años han pasado desde que Harry y Draco dieron la bienvenida a su primera hija, Adhara Narcisa Malfoy-Potter. Desde aquel momento, la experiencia de ser padres se convirtió en una aventura llena de amor, risas y aprendizajes, una etapa que fortaleció aún más la relación de la pareja. Ahora, Adhara, convertida en una hermosa adolescente, estaba en su sexto año en Hogwarts. Para orgullo de su padre y de su abuela, Narcisa, Adhara fue seleccionada en Slytherin. Harry, por su parte, estaba feliz sin importar la casa en la que quedaría su hija, aunque Sirius no pudo evitar sentirse un poco derrotado por no tener a su nieta en Gryffindor; Sin embargo, su alegría al verla feliz y adaptada superó cualquier decepción.
Con el tiempo, la familia no se quedó solo con un miembro más. Tres años después del nacimiento de Adhara, Harry se enteró de que estaba nuevamente embarazada, pero esta vez de gemelos. La noticia llenó de emoción a todos, y cuando los bebés finalmente llegaron, les dieron los nombres de James Sirius Potter Malfoy y Scorpius Hyperion Malfoy-Potter.
James, el mayor por apenas doce minutos, sorprendió a todos con su increíble parecido a su difunto abuelo, James Potter. Heredó los mismos ojos verdes que su madre y el cabello negro y desordenado, característico de la familia Potter. Era un niño juguetón, bromista, dramático y extrovertido, siempre buscando aventuras y haciendo travesuras. Cuando llegó su momento de ir a Hogwarts, fue seleccionado en Gryffindor, siguiendo la tradición de su familia materna y llenando de alegría tanto a Harry como a Sirius, quienes se sintieron orgullosos de ver cómo el legado de los Potter seguía vivo.
Por otro lado, su hermano gemelo, Scorpius, era completamente distinto. Con el cabello rubio platino de su padre y ojos grises, Scorpius tenía una personalidad tranquila y reservada. Era prudente e introvertido, pero en ocasiones no dudaba en unirse a las travesuras de su hermano. A pesar de sus diferencias, los gemelos compartían un vínculo especial y siempre estaban ahí el uno para el otro, formando un equipo inseparable. Scorpius fue seleccionado en Slytherin, siguiendo los pasos de su padre y su hermana mayor, lo cual hizo que Draco y Narcissa se sintieran orgullosos de tener a otro Malfoy en la casa de las serpientes, obviamente su madre y su abuelo estaban igual de orgullosos.
Dos años después del nacimiento de los gemelos, la familia recibió otra sorpresa: Harry estaba embarazada nuevamente, esta vez de un solo hijo. Nació un niño al que llamaron Regulus Severus Black Malfoy. Regulus, desde que nació, mostró una sorprendente mezcla de las características de la familia Black. Su cabello negro y semi ondulado, junto con sus ojos grises, le daban una apariencia que recordaba a sus antepasados. Sirius no podía estar más feliz, comentando a menudo que su actitud era demasiado similar a la de su difunto hermano, Regulus Black, lo cual lo llevó a consentirlo en todo. Veía en él una oportunidad de honrar la memoria de su hermano perdido y su perdón, por ello, lo colmaba de atenciones y cariño. Snape, cuando se enteró que llevaba su nombre por elección de Harry, se sorprendió y agradeció con un abrazo a la chica por tal honor, ya que Harry siempre recordará sus cuidados en sus años en la escuela.
Finalmente, la familia Malfoy-Potter se honra con la llegada de su último integrante, una niña que hoy tiene nueve años. La pequeña diablilla de la familia, Lily Nova Malfoy Potter. Ella heredó una combinación única del cabello de sus padres: largo y ondulado, comenzando en negro desde la raíz y degradándose a un rubio platino en las puntas. Sus ojos grises, brillaban con curiosidad y alegría, reflejando la inmadurez de la pequeña. Ella era igual de juguetona y bromista que su hermano James y su abuelo Sirius, al ser la menor, era la consentida de todos y ella sabía cómo aprovechar eso. Sirius estaba convencido de que ella iría a Gryffindor.
Como Harry y Draco prometieron en el nacimiento de Adhara, tuvieron más hijos para que sus amigos se convirtieran en sus padrinos. Los de James son Ron, y la madrina terminó siendo Ginny, quien feliz aceptó tal honor.
En el caso de Scorpius, su padrinos son Blaise, que prácticamente había amenazado a Draco de dejar de ser su amigo si no lo elegía esta vez, cosa que causó risas a todos, y Astoria sería su madrina, ambos igual de felices.
Para Regulus, sus padrinos fueron Severus y Andrómeda, sorprendidos y agradecidos por aquella elección, pues sentían que con el pequeño su cercanía con su antiguo amigo y primo era real.
En cuanto a la última integrante, Lily, sus padrinos fueron Lorenzo y Luna, los últimos pero no los menos importantes en ser elegidos. Ellos iban a ser los padrinos de Regulus, pero Harry lo había hablado antes con su padre y su suegra, debido al parecido con Regulus Arcturus Black y que el que lleve ese apellido significaría que él continuaría la línea de los Black como futuro lord de esa casa.
Por otro lado, sus amigos también formaron sus respectivas familias rápidamente, no perdiendo el tiempo.
Hermione y Ron se casaron poco después de que Hogwarts se convirtiera en un recuerdo del pasado para ellos. Ahora, compartían una vida plena en el mundo mágico con sus tres hijos bajo el apellido Granger, ya que Ron quiso que el apellido de su esposa, la actual ministra de magia se volviera un legado: Rose, quien tenía 15 años y era una talentosa bruja de Ravenclaw, Hugo, de 13 años y en su segundo año en Gryffindor, y la pequeña Elena, de 9 años. , que esperaba con ansias el día en que recibiría su carta para asistir a Hogwarts. La familia Granger-Weasley era un pilar de sabiduría y valentía, y Harry siempre se sentía agradecida de contar con ellos aún.
Theodore Nott y Luna Lovegood, en una unión que sorprendió a muchos pero amaron a todos, también formaron una hermosa familia. Juntos, criaron a sus mellizos Pandora y Lyssander, quienes, con 15 años, compartían muchas de las excentricidades de su madre y el ingenio calculador de su padre; Ambos estaban en Ravenclaw y eran inseparables. Su tercer hijo, Aaron, de 11 años, quedaría seleccionado para Slytherin, y Theodore y Luna estaban orgullosos de verlo iniciar su propio camino en Hogwarts
Blaise Zabini y Astoria Greengrass, tras años de idas y venidas, finalmente se casaron y formaron su propia familia. Sus hijas gemelas, Estella y Gabrielle, de 13 años, eran conocidas en Hogwarts por su elegancia y carácter decidido, una combinación de la astucia de los Zabini y la gracia de los Greengrass, algo que encajaba en la casa de las serpiente perfectamente.. Su hijo menor, Leandro, de 11 años, acababa de ser seleccionado en Slytherin, y tanto Blaise como Astoria no podían estar más orgullosos.
Lorenzo Berkshire y Ginny Weasley también formaron una gran familia, con cinco hijos que llenaron su hogar de alegría. Lucy y Molly, ambas de 15 años, eran estudiantes ejemplares en Gryffindor, siguiendo los pasos de sus padres. Antoniette, de 13 años, compartía la pasión por el Quidditch de su madre y era la estrella de su equipo en Slytherin. Lorcan, de 11 años, estaba en Ravenclaw, destacando por su ingenio e inteligencia, mientras que el pequeño Lucas, de 9 años, seguía en casa, siendo la alegría de la familia mientras esperaba su momento para ir a Hogwarts.
Y, por supuesto, estaba Teddy (Edward) Lupin Tonks, el hijo de Remus y Nymphadora Lupin. Con 17 años, en su último año en Hogwarts, Teddy era un metamorfomago y orgulloso Hufflepuff, igual que su madre, y destacaba por su amabilidad y lealtad, valores que heredó de sus padres. El tiene una estrecha relación con su madrina Harry, su persona favorita después de su madre, pues siempre fue recibido en el hogar de la pelinegra con mucho cariño, aún más cuando conoció a su mejor amiga, Adhara, aunque hoy en día se han vuelto mucho más que eso, siendo novios, algo que aún saca de quicio a Draco por quitarle la atención de su preciosa hija.
El andén 9¾ estaba lleno de vida y energía mientras los estudiantes de Hogwarts se preparaban para partir en el tren que los llevaría de regreso a la escuela. La familia Malfoy-Potter-Black estaba reunida para despedir a su cuarto hijo, Regulus, quien estaba a punto de embarcarse en su primer año en Hogwarts. Con solo 11 años, el pequeño Regulus llevaba su túnica perfectamente acomodada y un brillo en los ojos que mostraba la emoción y un poco de nerviosismo.
Harry, con una sonrisa cariñosa, se agachó para abrazarlo una vez más. "¿Estás listo, cariño?", le preguntó, acariciándole el cabello negro y ondulado, herencia de los Black
Regulus continuó avanzando con determinación, aunque sus ojos grises mostraban un atisbo de incertidumbre. "Sí, mamá, estoy listo", dijo, mirando de reojo a sus hermanos mayores, quienes se reencontraban con algunos de sus amigos.
Draco se acercó y colocó una mano sobre el hombro de su hijo, sonriendo con orgullo. "Tienes a tus hermanos allí, y sé que te irá bien. Y recuerda, no importa en qué casa termines, estaremos orgullosos de ti". Harry afirmó, reafirmando las palabras de Draco.
Cerca de ellos, Adhara, de 16 años y ya en su sexto año en Slytherin, sonrió y le dio un suave golpe en el hombro a su hermano. "No te preocupes, Reg. Te esperaré en el Gran Comedor para que me cuentes todo cuando el Sombrero Seleccionador haga su trabajo".
James, el gemelo revoltoso de Regulus y un orgulloso Gryffindor, le guiñó un ojo. "Y si terminas en Gryffindor, prometo no hacerte muchas bromas... bueno, al menos no en tu primer mes, aunque siempre está abierta la oportunidad de participar".
Scorpius, el gemelo más tranquilo y un Slytherin como su padre, le dedicó una sonrisa reconfortante. "Recuerda, no importa la casa, siempre tendrás a tu familia. Y no dejes que James te meta en problemas... demasiado pronto", dijo, lanzando una mirada de advertencia a su hermano, quien solo lo miró indignado.
Sirius, que había acompañado a la familia para despedir a su nieto, se inclinó y le susurró a Regulus: "No olvides que siempre tienes un lugar en este mundo y en esta familia. Llevar el nombre de tu tío abuelo es un honor, y sé que harás que él y todos nosotros estemos orgullosos". Lo abraza y en un susurro le dice "Además, siempre es bueno despejarse un poco del estrés de la escuela, así que haz alguna que otra travesura y tu abuelo te cubrirá en todo".
Narcisa, con los ojos brillantes de emoción, también abrazó a su nieto. "Disfruta cada momento, Regulus. Y no dudes en pedir ayuda si la necesitas; todos nosotros hemos pasado por esto y estaremos aquí siempre".
La última en acercarse es su hermana menor, quien lo miraba con pequeñas lágrimas en sus ojos, triste por quedarse sola y sin su hermano. "me dejarás sola, Reg, te voy a extrañar"
"Yo también te extrañaré estrellita, pero nos veremos pronto y ya verás que los años para que sea tu turno pasarán rápido" la reconforta con una abrazo, sintiendo que sus hermanos mayores los rodeaban a los dos, haciendo el momento mucho más ameno y cariñoso.
Regulus, rodeado de amor y apoyo, sonriendo finalmente, sintiéndose más seguro. "Gracias a todos. ¡Prometo hacerlo bien!" Con un último abrazo, Harry y Draco se separaron para dejar que subiera al tren, junto con sus hermanos, quienes le propusieron irse juntos, pero él decidió que quería ir por su cuenta, sabiendo que se encontraría con Aaron, Leandro y Lorcan.
El sonido del silbato anunció la partida, y mientras el tren comenzaba a moverse, Regulus sacó la cabeza por la ventana, saludando con energía a su familia. "¡Nos vemos en Navidad! Les escribiré en cuanto pueda para decirles en qué casa quedé" gritó, su voz cargada de emoción.
Harry y Draco, con los brazos alrededor de su hija, miraron cómo el tren se alejaba, llevándose a sus pequeños a una nueva aventura. "Otro año, otra despedida", susurró Harry, aunque en sus ojos brillaba el orgullo de ver a sus hijos crecer.
Draco ascendió, apretando su mano suavemente. "Y otro motivo para sentirnos afortunados. Los veremos triunfar, uno a uno".
"Oigan, todavía estoy yo, no se librarán fácilmente de mí aún" le escuchan decir a su pequeña con gracia, pues el puchero en su rostro la hacía ver más adorable.
"Por supuesto que no nos olvidamos de ti querida" la anima Draco, elevándola en el aire "¿te parece si vamos por un helado para animarte más?"
"¿qué te parece si ahora me compras a ese lindo perrito que vimos el otro día en la tienda? ahora que estoy sola no tendré con quien jugar" comenta con esos ojos brillantes y ese tono de voz que Harry sabe usa para conseguir lo que quiera.
"no creo que..." iba a decir Harry, pero es interrumpida
"Por supuesto que sí, princesa, lo que tu quieras" termina diciendo el Malfoy Mayor, haciendo que Harry frunza el ceño y lo mire con una ceja alzada. "oh vamos querida, no le hará mal tener esa compañía cuando no podamos estar con ella" Intenta disuadir a su esposa con una de sus sonrisas que la enamora.
Un suspiro sale de su boca, rindiéndose ante la mirada de esos dos. "De acuerdo, pero usted señorita se hará cargo de cuidarlo y alimentarlo, ¿está bien?"
"Gracias mamá, te prometo que lo haré y le diré al abuelo Sirius que me ayude a domesticarlo bien" coloca una gran sonrisa.
Juntos, la familia salió del andén 9¾ y caminó por la estación hasta llegar al callejón donde estaba la heladería mágica favorita de los chicos. Disfrutaron de helados encantados que cambiaban de color y sabor con cada bocado, compartiendo risas y recuerdos mientras saboreaban el momento en familia.
Más tarde, se dirigieron a la tienda de mascotas. Lily recorrió entusiasmada los pasillos llenos de criaturas mágicas, observando cada jaula con interés. Se detuvo frente a una pequeña caja donde un cachorro de pelaje negro, con ojos curiosos y brillantes, la miraba moviendo la cola. "Es él", dijo con seguridad, mirándolo con ternura. "Quiero que sea mi compañero".
Harry y Draco intercambiaron una sonrisa, felices al ver la emoción en el rostro de su hija. "Entonces, es tuyo", dijo Draco, mientras Harry acariciaba el cabello de Lily.
Salieron de la tienda con el nuevo miembro de la familia en brazos de Lily, que no dejaba de sonreír mientras acariciaba al cachorro. "Lo llamaré Orión", anunció con orgullo, mirando a su abuelo con un destello travieso en sus ojos.
Sirius soltó una carcajada y se inclinó para darle un beso en la cabeza. "Me parece un nombre perfecto, pequeña", dijo sonriendo con orgullo.
Mientras la familia Malfoy-Potter caminaba de regreso a casa, con un nuevo miembro peludo en la familia, que sorprendería a sus otros hijos cuando volvieran de vacaciones de navidad, disfrutaban de un día lleno de alegría, sabiendo que, sin importar cuánto tiempo pasara o cuántos cambios ocurrieran, siempre tendrían esos momentos especiales para compartir juntos. Especialmente Harry y Draco, quienes pudieron encontrar aquella felicidad gracias a la mala suerte Potter y a un polvoriento libro que les ayudó a mejorar su vida con hermosas bendiciones.Yyyyyyyyy el fin :3
Gracias por leer esta pequeña historia que disfruté escribir, cortita pero agradable para mí, espero que la hayan disfrutado igual. Aunque esté es el final, veré si hago algún extra, en algún momento. Eso.
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Hijos/as de la familia Malfoy-Potter
AdharaScorpius y James
Regulus
Lily
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Cambio mágico (HarryFem x Draco)
FanficLa mala suerte Potter siempre será una maldición dentro del linaje de Harry Potter, y vaya que la maldición se ha encariñado él. Su curiosidad pudo más que su instinto de precaución, lo que llevó a que su vida tomara un gran giro de acciones. ¿Podrá...