chapter two

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— Me da pena toda esta gente afuera hace horas, se están re empapando con la lluvia que encima parece que está cada vez más fuerte. —murmuró Ana observando la gran fila que daba vuelta la cuadra. La chica había salido junto a Luca para ir a buscar unas cosas que le había pedido Ada en el mercado que estaba a unas cuadras de la casa, por lo que se encontraban volviendo, cada uno con un paraguas, además de las bolsas con mercadería que Ada había dejado pagas.

— Bueno Ani, al que quiere celeste que le cueste dicen por ahí. —el chico se encogió de hombros, mirando a algunas personas de la fila, otorgándoles una sonrisa a modo de saludo.

Ana soltó un ruidito con sus labios, a modo de queja— Une neumonía les va a costar mínimo, si pudiera le daría un paraguas a cada uno o al menos algo calentito para tomar, se deben estar cagando de frío.

— Ana no podés solucionar los problemas de todos, a veces uno tiene que pasar por estas cosas para conseguir lo que quiere, en la vida nada es fácil. —trató de explicarle a su hermano, pero estaba claro que Ana no pensaba como él. — ¿Dijo algo más Daisy sobre su idea?

— Me dijo que Delfina le permitió presentarse, pero viste como es esa mujer. —Ana suspiró pensando en lo rara que podía llegar a ser Delfina Santillán— Si fuera Daisy no me confiaría tanto de lo que ella me dice, pero tampoco le quiero pinchar el globo así, está re ilusionada y conociéndola seguro encuentra la forma de entrar, incluso si la tía no quiere.

— ¿Cuál se supone que fue la respuesta de Delfina cuando Daisy le preguntó?

— Por lo que me dijo Daisy, le dijo que, si bien no sería ético de su parte becarla, tenía todo el apoyo por parte de esa para hacer su proyecto. —los dos hermanos se miraron por unos segundos, sabiendo que los dos pensaban lo mismo— Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía Lu, y viste que Delfina a veces es medio... especial, ojalá la deje participar, no tengo dudas de que Daisy llegaría lejos en la competencia.

— Igual que vos.

Ana lo miró de reojo, notando la sonrisa en los labios de su hermano— No empieces de nuevo, ya hablamos de esto Luca.

— No, vos hablaste de esto, porque yo nunca respondí a tus intentos de excusa para no presentarte. —le sonrió con suficiencia— Y déjame decirte que esperaba más de vos Ana, bastante patéticas tus excusas hermanita. Si vos quisieras y te presentaras, estoy segurísimo de que terminarías el concurso este fácil en el top 5.

— ¿Ah sí? Mira vos, te vas a quedar con la ilusión igual porque eso no va a pasar. —el rubio bufó, pensando en lo terca y testaruda que podía llegar a ser su hermana a veces— ¿¡Margarita!? —el grito de su hermana lo tomó por sorpresa, provocando que se sobresaltara y casi tirara la bolsa con la mercadería que llevaba él.

— ¡Anichi! ¡Ay Ana! ¿Cómo estás?

Luca observó como Ana se acercaba a una chica vestida de amarillo, que tenía un aire a su hermana, pero que a la vez lucía completamente diferente, aunque tenía el pelo largo y con rulos como Ana, acompañado de una sonrisa radiante. A su lado, un chico que portaba un buzo verde, completamente empapado, igual que la chica de amarillo, ya que ambos estaban bajo la lluvia.

— ¿Qué haces así abajo de la lluvia Mar? Estás toda empapada, ¿no tenes paraguas? —Ana observó confundida a Margarita, que estaba empapada de pies a cabeza, bajo la lluvia sin protección alguna. Si bien había otros en la fila que tampoco tenían paraguas, al menos tenía un piloto o algo que los protegiera del torrencial que estaba cayendo en la ciudad. Sin dudarlo Ana le tendió su paraguas de color rojo, mientras ella se colocaba abajo del azul que llevaba Luca.

king of my heart | rey; margarita 🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora