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Desperté por la insistente vibración de un teléfono, abrí los ojos poco a poco notando que estaba en mi habitación, me di la vuelta y pude ver a Juan, sonreí al verlo y comencé a analizar su rostro mientras dormía, cuando el teléfono volvió a interrumpir a lo que molesta me levanté y ví que era el teléfono de Juan, era obvio que sería su esposa, suspire y lo deje a un lado, lo mejor era dejarlo sonar hasta que Juanito despertará y le contestará. Me cubrí con la sabana viendo a Juan aún dormido y suspire, sabía que esto no podía seguir así, pronto nos descubrirían o su esposa comenzaría a sospechar más.

Después de un rato me levanté de la cama y me puse la sudadera de Juan encima y nada abajo más que mis bragas, baje a la cocina y ví que había en el refrigerador, saque lo necesario para el desayuno y comencé a prepararlo, puse un poco de música y mientras cocinaba movía mis caderas al ritmo de la música, sabía que no tardaría en despertar. Y después de un rato el desayuno quedó listo, lo serví y al ver que Juan no había bajado decidí subir,  pensando que aún seguía dormido entre a la habitación.

___: corazón, ya hice el desayuno -dije abriendo la puerta y lo ví sentado en la cama haciendo señas de que guardará silencio, estaba en llamada.

No podía escuchar bien lo que decían del otro lado pero sabía que le estaba reclamando, y que seguro era su esposa.

Juan: ya me tengo que ir -dijo y colgó rápido sin dejarla terminar de hablar.

Solo suspire y me senté a su lado.

___: perdón, creí que seguías dormido -dije nerviosa y el negó con la cabeza extendiendo los brazos indicando que quería que lo abrazará.

Yo solo me acerque y lo abrace y el me acercó más haciendo que me sentará en sus piernas.

___: como dormiste? -pregunte dejando un pequeño beso en su mejilla y otros varios por el resto de su rostro finalizando en sus labios.

Juan: muy bien amor -dijo con una sonrisa y me acercó de nuevo para besarme otra vez.

Después de un rato nos alejamos y ambos sonreímos mientras el acariciaba mi cintura y suspiraba adormilado.

___: ya vamos a desayunar -dije levantándome de sus piernas y baje a la cocina para dejar que se cambiará.

Cuando después de un rato el bajo en pijama y ambos nos sentamos a desayunar.

Juan: tiene mucho que te despertaste? -pregunto y yo negué.

___: me desperté por el ruido de tu teléfono -dije con un pequeño tono de molestia y un suspiro antes de llevar el tenedor con fresa a mi boca.

Juan: perdón mi amor, ya sabes cómo se pone cuando no llego a dormir -dijo en un suspiro frustrado, yo solo suspire, el sabía que hablar de ese tema me molestaba.

No dije nada y solo seguí desayunando, sentí su mano sobre la mía y solo quité mi mano, y es que aunque estuviéramos bien, ella seguía durmiendo en su cama a diario, ella vivía con el, y aunque dolía admitirlo, ella lo tiene a el, por qué a pesar de todo el sigue dando excusas y explicaciones, al final del día el siempre llegaba a su casa, la casa donde ella estaba, y aunque el decía que no, a mi no me engaña, ella recibe sus besos de buenas noches, mientras yo estoy sola en mi casa esperando a ver si está noche llegará el o no, pensando que quiero ser yo la que todos los días despierte a su lado, no solo cada que "puede".

Juan: por qué estás enojada ahora? -pregunto suspirando, recargado en su asiento frustrado.

___: a qué hora te tienes que ir? -pregunte seria aunque sabía la respuesta.

Juan: me baño y me voy -contesto dejando a un lado su plato demostrando que ya había terminado.

No contesté nada y me levanté para recoger los platos y me recargue en la alacena suspirando, sentí sus brazos envolviéndose en mi cintura.

Juan: ya cálmate, te veo mañana -dijo dejando un beso en mi mejilla tratando de hacer que dejara de estar molesta.

___: y está vez si podrás librarte de ella? -pregunte con un tono de ironía y escuché su suspiro frustrado.

Juan: amor, ya tranquila, estamos bien -dijo y yo solo me hice a un lado alejándome.

___: ya métete a bañar, yo buscaré tu ropa -dije sin contestar y solo subí las escaleras llendo a mi armario donde había guardado la ropa que se le había quedado acá las veces que se había quedado.

Deje la ropa en la cama y salí de la habitación y me recosté en el sillón, pensaba en todo, quería confrontarla, decirle que Juan era mío y nos dejará en paz, por qué por más que ella fuera su esposa, todos aquí sabíamos que la que estorbaba no era yo...

Al menos eso creo, pero pensar que yo soy la otra, me vuelve loca, y si la elige a ella? Y si Juan no se ha divorciado por ella? Aún la ama? Aún más que a mí? Aún más que como dice amarme a mi?...

Estaba tan concentrada en mis pensamientos con ese nudo en la garganta que no me di cuenta cuando el bajo, ya cambiado y arreglado, se acercó a mi y se sentó a mi lado, acariciando mi pierna, yo solo aleje su mano de mi y suspire acomodandome mejor en el sillón. Sabía que si le preguntaba tal vez la respuesta sería una mentira, o tal vez la respuesta en realidad no me gustaría, pero tenía que hacerlo, conozco a Juan, y me conozco a mi, se que si me miente en su respuesta yo me daré cuenta, pero no haré nada y trataré de convencerme de que en realidad era sincero, aún así quería hacerlo, al menos quitarme está duda.

___: Juan, no quería hacerlo, pero tengo que, entre ella y yo....a quien eliges? -dije con un nudo en la garganta y todas esas emociones de destrucción a punto de desbordar mis ojos con lágrimas.

Juan: ___, por qué preguntas eso? -dijo haciendo una pequeña y dolorosa pausa- obvio que a ti, mi amor, eres tu, ni siquiera hay opciones, eres y siempre serás tu, no te lo he demostrado lo suficiente? -hablo, en sus ojos había sinceridad y cariño, yo solloce aliviada soltando todas las lágrimas y el rápido me abrazo, acurrucada en sus brazos solo podía sentir plenitud en mi pecho, y esa calidez que solo el me da....

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 con Juan Guarnizo 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora