𝐑𝐈𝐅𝐓𝐄𝐃 𝐀𝐖𝐀𝐘 ── 𝐆𝐫𝐚𝐯𝐢𝐭𝐲 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐬

04 | 𝐓𝐡𝐞 𝐕𝐢𝐝𝐞𝐨𝐭𝐚𝐩𝐞

La noche hacía del bosque un lugar tranquilo. El viento soplaba entre las ramas dejando una fría sensación en su piel, y de vez en cuando un ocasional búho decidía que era momento de cantar. Los grillos en cambio, parecían presumir su serenata a cuanto oyente les prestase atención, y claro que sí, toda criatura mutante y sanguinaria estaba al acecho.

Era Gravity Falls ¿que esperaban?

Entre las palabras que podrían describir a Genieve estaba miedosa. Pero no ese miedosa de gritar ante una situación de peligro o salir corriendo cuando es momento de la verdad. No, ya había quedado bastante claro que si necesitabas a alguien para dar la cara por ti ella era una de las más indicadas. Gennie era de esas miedosas que se asustaban cuando una sombra se movía demasiado rápido o un sonido extraño se escuchaba a lo lejos. Cuando un susurro en su oído hacía que le recorriesen escalofríos por la espalda, y no importaba cuántas atrocidades ella estuviese dispuesta a pelear, esa silueta en la esquina de una habitación oscura siempre iba a asustarla mucho más.

Pero ¿qué hacía una aterrada chiquilla como ella en medio del bosque tan entrada la noche? A decir verdad, era más complicado de explicar que eso, porque la cuestión de "estar" era un tanto ambigua en esa ocasión.

───...Si no vas a ayudarme a encontrar la grieta ¿porqué estás aquí? ───bufó la chica, mirando a su alrededor el blanco y negro panorama.

Su mano se retorció durante un instante. Dolía... pero se había estado adaptando.

───Ah, ya sabes, quería verte dar vueltas en círculos como un perro perdido ───el triángulo flotó a su alrededor con aire relajado, parecía entretenerle su desgracia───. Y era esto o mirar a Forma Amorfa existir durante la siguiente media hora, es como ver una ilusión óptica.

───¿eh... quién?

───Nadie que vayas a conocer pronto.

Bufó, en algún punto de su noche había comenzado a sentir la leve molestia de una grieta abriéndose, y ya que comenzaba a entender aquel poder, había decidido que sería buena idea ir a cerrarla.

Genieve y Bill no es que fuesen cercanos, o si quiera amigos, más bien ella era como ese show barato de comedia que ves en la televisión para el triángulo y ella en algún momento del pasado año se había dado cuenta de que rogarle por respuestas no funcionaría. Tenías que correr con suerte para que Clave decidiera que no tenía muchas ganas de ser un odioso ese día y quisiera ayudarte.

En cualquier caso, tampoco se desagradaban, o al menos esa era su percepción. A pesar de ser irritante, Bill podía ser una buena compañía si aprendías a ignorar su bizarro sentido del humor y su manía por invadir sus sueños. Después de todo, más de una vez la había ayudado, le había explicado, aunque fuese por partes, lo poco que sabía de las grietas, y a veces, solo a veces, le enseñaba a controlarlo.

A Genieve le costó algo de tiempo entender como funcionaban las fisuras que se abrían de tanto en tanto en el pueblo. Le sorprendió el darse cuenta de lo seguidas que eran y de las pocas que notaba, pero la grieta tenía que estar relativamente cerca para causar en ella aquel dolor agónico que había experimentado en varias ocasiones, de no ser el caso, simplemente resultaban como comezón molesta o un cosquilleo extraño por debajo de la piel.

───¿porqué te molestas en cerrarla, de cualquier forma? Ni siquiera es tan grande, se cerrará por si sola en algún momento

───Ya bueno, es que igual es molesto, Bill ───ella rodó los ojos, mirando alrededor entre los arbustos y bajo las raíces de los árboles a su alrededor. Ella rascó el dorso de su mano, el triángulo tenía razón, aquella parecía ser una grieta pequeña pues no le causaba tanto malestar───. Igual duele