06 | 𝐇𝐚𝐧𝐠 𝐨𝐮𝐭

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───¿a eso le llamas meditar? ¿En serio? ───la voz burlona de Bill resonó a su alrededor─── ¿Ni siquiera para respirar sirves?

Genieve bufó. Llevaba ya un buen rato en el escape mental aquella noche, Bill flotando a su alrededor intentando ponerla de los nervios. Y lo lograba bastante bien, no iba a mentir, pero el objetivo de todo aquello era alcanzar un control sobre si misma decente, poder sobreponerse a su propia mente, y eso si que no lo estaba logrando.

Ella podía sentir las grietas abrirse desde el espacio mental, incluso verlas a veces, pero no podía provocarlas. Así que para que Bill la ayudase a controlar ese extraño poder que tenía, debían trabajar por partes.

La primera fase era el control

───no es tan fácil si sigues volando a mi alrededor como un insecto ───murmuró ella con un suspiro, sabía que no valía la pena quejarse─── ¿no hay... no lo sé, alguna otra forma?

───¿Me cedes el control de tu cuerpo y mente para mostrarte como hacerlo?

───No

───entonces cierra el pico y concéntrate, niña

Rodó los ojos. Durante todo aquel tiempo había estado tratando de meditar, de mantener su mente en control y serenidad. El objetivo era conservar ese estado de calma mientras Bill se encargaba de bombardearla con todo tipo de distracciones y estímulos emocionales de varias clases. En solo unos segundos había revivido sus peores recuerdos de infancia, las palabras más crueles de su madre y había sentido una sobre otra las peores decepciones de su vida. Ella sospechaba que Bill disfrutaba su desgracia en secreto.

Suspiró.

───Llevo intentando esto por horas ───la chica acomodó un cabello tras su oreja con expresión frustrada───. No estamos llegando a nada, Bill...

───Hey, niña, tu eres la que pidió esto ───el triángulo flotó frente a ella, cabeza abajo, con el ojo entrecerrado y una pizca de aburrimiento───. Ahora ¿qué prefieres ver a continuación, cuando te rechazaron en quinto grado o el desastre del concurso de talentos de sexto?

───Ninguna de las dos, ugh ───frotando un poco sus ojos con cansancio, se dejó caer hacia atrás. Tenía la mirada perdida en la nada, pensativa───. Quizás esto no sea una buena idea...

───¿bromeas? ¡no podemos parar ahora! ¡Debemos seguir hasta que domines esas grietas como sea!

La chica se apoyó en sus codos, mirando hacia Bill con cierto tinte de preocupación. Estaba recostada en el suelo de su sala, donde había estado meditando anteriormente, cómodamente yaciendo sobre la alfombra.

Ella frunció el ceño algo extrañada.

───¿porqué te importa tanto? ───su voz se escuchó suave, casi cuidadosa

Y él a lo mejor quiso disimularlo, pero Genieve notó la sorpresa ante su pregunta. Y cuando la carcajada seca y sonora brotó del demonio ella no se echó hacia atrás, porque seguía intentando leerlo.

───Fuiste tú quien rogó por mi grandiosa ayuda, agujero negro, no olvides eso ───le recordó otra vez, con cierto aire altanero que ella bien sabía intentaba ocultar la verdadera respuesta a la pregunta.

───Ya se, y en serio te agradezco que intentes ayudarme, Bill, solo que... ───la castaña se mantuvo en silencio unos segundos como si pensara sus palabras─── Jamás te pregunté porqué aceptaste

───¡Porque quería! ¡soy un dios, niña!

Había algo, un tinte de exasperación en la voz de Clave que era fácil de notar, pero si Genieve había aprendido algo a este punto de su vida era que esa clase de enojos y rabietas siempre camuflaban algo más. Ella nunca intentaba averiguarlo, o al menos hasta ahora jamás lo había hecho. Siempre era su madre quien le lanzaba encima sus descontentos en las peores y más ruidosas formas, y para una niña que no sabía que era lo incorrecto en querer jugar en el salón, entender que sucedía en el fondo no era una prioridad. Ella terminó por levantarse un poco, abrazando sus piernas contra su pecho con su mejilla apoyada en sus rodillas.

𝐑𝐈𝐅𝐓𝐄𝐃 𝐀𝐖𝐀𝐘 ── 𝐆𝐫𝐚𝐯𝐢𝐭𝐲 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora