9- Indignado

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La mujer desconocida seguía sollozando, intentando llegar a Isabel. Sentía como su cabeza punzaba por la confusión. se resguardó detrás de la espalda del alfa asomando su cabeza por el costado para comprobar que la mujer estuviera bien.

-Mi pequeña ... Mi bebé- sollozó intentando tocarla

Volvió la cabeza detrás del lobo cuando las manos de la mujer estuvieron peligrosamente cerca de su rostro. Dereck rio levemente, su espalda vibró contra la mejilla izquierda de la humana.

-Isabel- el lobo habló con calma- te presento a tu familia biológica-

El rostro de la humana palideció y el alfa la acompañó al sofá de la sala. El temblor que sacudió su cuerpo no es comparable con el anterior dolor de cabeza. Miró a la mujer sollozante y se levantó del sofá. Quiso hablar, pero su sistema de raciocinio no funcionó.

-Perdón- sollozó la mujer hincada- por la diosa luna, lo siento-

La mujer se aferró a sus piernas mientras sollozaba, el hombre mayor que la acompañaba se acercó para levantarla del piso, pero esta solo se volvió a aferrar a su hija. La humana, no pudiendo contenerse comenzó a llorar. La mujer la abrazó más fuerte.

-no pu... puedo respirar- dijo entrecortada.

De inmediato la extraña se separó de su cuerpo disculpándose nuevamente. Cuando su campo de visión se limpió, pudo apreciar que junto a su "madre" estaban un hombre, que había intentado separarlas anteriormente, un joven y una niña. De repente el ambiente estaba tenso, Dereck sostuvo a la humana por los hombros en un intento de marcar territorio, pero sin ser ofensivo con los lobos ajenos a su manada. La mujer solo lloraba, el hombre la veía con lo que ella creía nostalgia, el joven evitaba su mirada y la niña solo estaba desconcertada.

-Bien, así que te llamas Isabel-

El hombre mayor cortó el tenso silencio. Alto, ojos marrones casi negros y cabello rubio. Para nada parecido a ella. Tal vez eso debería darle desconfianza, pero estaba muy segura de que la mujer que antes se había abalanzado a ella era su clon exacto. Además, en todo ese tiempo que estuvo allí Dereck no le dio ni una razón para creer que le podría estar mintiendo.

-¿Ustedes no me dieron mi nombre?- preguntó suave, con miedo a la posible reacción del desconocido.

El hombre hizo una mueca de costado, parecida a una sonrisa. La mujer, ya recompuesta tomó asiento en el sillón de en frente junto al joven y a la niña, dejando solo a Dereck, su esposo y su hija parados.

-No pudimos- en su rostro se dibujó la expresión más pura del dolor- nuestra manada estaba en guerra-

-Tan solo tenías un día de vida- Se lamentó la mujer

-¿Nuestra manada?- desconcertada- ¿también son lobos?-

Buscó la mirada de Dereck para confirmarlo, el alfa solo asintió. Su rostro se mantuvo serio durante toda la conversación. El lobo la tomó de la cintura para luego inclinarla en el sofá. "Reposo ¿recuerdas?" resonó en su mente.

-Somos uno de los linajes más antiguos- le respondió la mujer.

-Aún no sabemos por que no te convertiste- interrumpió el joven que había estado evitando su mirada.

-¿Quién eres?- Su pregunta tal vez sonó más dura de lo que pretendía.

-Soy tu hermano mayor, y ella- señaló a la niña- es nuestra hermana-

Se tomó unos momentos antes de hacer su siguiente pregunta, probablemente porque temía cual sería la respuesta. Toda su vida deseó que su fortuna hubiera sido diferente, se preguntaba por que su familia no la quería. Y ahora que la respuesta estaba tan cerca, no sabía si quería oírla. Presionó la mano del alfa buscando algo de consuelo para su dolorido corazón, la presión devuelta por el alfa le dio la valentía suficiente para hablar. No importaba cual fuera la respuesta, su lobo estaría con ella.

-¿Por que nunca me buscaron?-

Miró hacia abajo, no queriendo ser consiente de cómo su familia le rompería el corazón.

-Si lo hicimos- rió sarcásticamente- movimos mar y tierra, viajamos por todo el mundo buscándote-

Levantó la mirada sorprendida, de todas las posibles respuestas que se imaginaba, esa era la última. Su madre tenía una sonrisa amarga dibujada en rostro, sin dudas esa mujer era una alfa pura. Todo en su expresión la delataba.

-Entonces...¿Cómo me encontraron?-

-Digamos que nos cobramos algunos favores con la manada "luna azul"-

-Es mentira, mamá mató al alfa viejo- la aniñada voz de su hermana se escuchó

-¿Por qué lo atacaron?¿que les hizo la manada?- preguntó serio Dereck

-Cuando Isabel nació, se la confiamos a Luna Azul, nuestras manadas eran aliadas. Pero luego nos enteramos de que la dichosa manada con la que dejamos a nuestra querida hija, se había mudado de territorio. Malditos traidores- Relató con rabia la mujer.

-Así que ¿no me abandonaron?- Concluyó

-No pequeña, jamás haríamos algo así- su hermano la abrazó

De a poco su familia se acercó para encerrarla en un muy cálido abrazo. Siempre se preguntó cómo se sentiría, y ahora que lo sabía no estaba dispuesta a perderlo. Tal vez no debería sentirse tan confortada como lo hacia, pero al fin al cabo era su familia. Dejaría la razón para otro momento, por ahora solo se dedicaría a disfrutar del calor que su familia le daba.

La bella sensación no era compartida, desde que la familia apareció en su hogar Dereck estuvo luchando con su lobo. Odiaba como esos lobos tocaban a su compañera, la marcaban con su olor y hacían que se pierda su esencia natural. Sabia que era un instinto natural, solo estaban reconociendo a una parte de su manada, pero él no podía evitar sentirse invadido.

Intentó muy fuerte no gruñir, realmente lo hizo. Pero su lobo era fuerte y ganó la batalla. En cuanto la familia no se separó de su compañera el solo gruñó y la escondió detrás de el. Inevitablemente siguió gruñendo, la otra alfa no se inmutó.

-Dereck vas a lastimar al bebé- le susurró cuando el agarre si hizo más firme

-Lo siento, no quise actuar así-

-¿Qué bebé?- preguntó su madre

Isabel tomó una bocanada de aire antes de contestar, no esperaba tener esa conversación tan temprano.

-Estoy embarazada- su voz sonó tan suave que ni siquiera está segura de que la oyeran.

-¿En serio no podías esperar para marcarla?- le preguntó el hombre mayor al alfa.

-No estoy marcada, no hubo ceremonia. En serio es una larga historia-

-¿Entonces el bebé no es de Dereck?- preguntó su hermana pequeña.

Amor de alfa [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora