UN NUEVO COMIENZO || female Severus ||

|| 12 ||

Las cosas no habían estado mejor desde su secuestro, había pasado un día entero y sus secuestradores no esperaron mucho para preparar una nota a sus tíos Orión y Walburga pidiendo una exagerada suma de galeones por ella o sino algo malo le pasaría, aunque no la habían enviado todavía.

Se acercó a la ventana y observo el denso bosque que se podía ver a todo el alrededor de la casa.

—Oye niña— uno de sus captores abrió la reja para posteriormente dejar en el piso una bandeja que tenía un plato de comida y un vaso de agua —Disfruta porque podría ser tu ultima cena— la vio con ojos asesinos y se alejó riendo.

Severin recogió la bandeja y la observo de forma detallada buscando algún indicio extraño, no quería darles la oportunidad de envenenarla. Habiendo comprobado que la comida no tuviera algún veneno o algo que la pudiera dañar la comió tranquilamente.

Una vez terminado su cena dejo la bandeja con el plato y el vaso en la única mesita de la habitación.

Se acostó en la vieja cama y cerro sus ojos, no quería ver otras cuatro paredes que no fueran las de su propia habitación o la habitación que sus tíos preparaban cuando ella iba de visita.

Esa noche fue la más incómoda de su vida, el frio entraba violentamente por la ventana y los animales que salían en la noche no dejaban de hacer ruido, tal parecía que algo los estaba incomodando al igual que ella. Un rato después supo la razón.

—¡Apuren con esas protecciones!— dijo el hombre que la secuestro del evento —¡No queremos que esos asquerosos lobos entren y nos maten!, ¿o sí?— sus compañeros corrieron a cada esquina de la casa y lanzaron hechizos de protecciones para que los hombres lobos que merodeaban por los alrededores no tuvieran la oportunidad de acercarse.

Al ver el desorden causado por los lobos, Severin tomo esto como una oportunidad de escapar. Había estado revisando el mecanismo del cerrojo que tenía la puerta y utilizando su ingenio y otras cosas que encontró en la habitación consiguió abrir la puerta. Reviso detalladamente que no hubiera alguna persona que pudiera verla, no tenía su varita o algo para protegerse por lo que de forma silenciosa se empezó alejar de la horrible casa que la tenía cautiva.

...

Alphard y Tom seguían a paso veloz a Hades por el denso bosque, ambos tuvieron que bajar de sus escobas al caer el sol y seguir a la criatura a paso veloz.

—Hades, ven aquí— Alphard detuvo al animal que de forma inmediata obedeció la orden de su amo —¿Escuchaste eso Tom?

El nombrado puso atención a los sonidos de su entorno, ambos hombres escucharon un aullido lo que significaba que había hombres lobos cerca.

—Debemos tener cuidado, no sabemos cuántos sean.

Ahora ambos hombres agradecían que sus familias los obligaran a estudiar sobre criaturas oscuras por lo que tener algunos conocimientos para defenderse de estas siempre era útil.

Caminaron por el bosque siguiendo al Crup que olfateaba el suelo en busca del rastro y que los llevaba por el camino correcto. Al llegar cerca de una casa antigua los dos se escondieron detrás de unos árboles ya que detallaron la pelea de dos individuos que no lograban identificar.

—No puedo creer que hayas dejado que escapara— regaño al inútil de su compañero que estaba encargado de vigilar a la joven Black.

—No fue mi culpa, esa mocosa solo desapareció— trato de defenderse.

—¡LA PUERTA ESTABA ABIERTA!, fue tu ineptitud al no vigilar que su celda estuviera bien cerrada, ahora debemos ir a buscarla con esos asquerosos hombres lobos merodeando por las zonas.