Gran Sabio, Igual al Cielo y Superior a Brockton

Capítulo 3

El Rey Mono buscó diligentemente el camino de la inmortalidad, pero no tuvo ninguna posibilidad de encontrarlo. Atravesó grandes ciudades y visitó pequeños pueblos, y sin darse cuenta pasó ocho o nueve años en el Continente Jambūdvīpa del Sur antes de llegar de repente al Gran Océano Occidental. Pensó que seguramente habría inmortales viviendo más allá del océano; así que, después de construirse una balsa como la anterior, una vez más navegó a la deriva por el Océano Occidental hasta llegar al Continente Aparagodānīya Occidental. Después de desembarcar, buscó durante mucho tiempo, cuando de repente se topó con una alta y hermosa montaña con espesos bosques en su base. Como no temía ni a los lobos ni a los lagartos ni a los tigres ni a los leopardos, fue directo a la cima para mirar a su alrededor. Era en verdad una montaña magnífica... Mientras miraba a su alrededor, de repente oyó el sonido de un hombre hablando en lo profundo del bosque. Se apresuró a correr hacia el bosque y aguzó el oído para escuchar... Cuando el apuesto rey mono escuchó esto, se llenó de alegría y dijo: "¡Así que los inmortales se esconden en este lugar!"

- Viaje al Oeste, Capítulo 1
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Una imagen apareció en el visor y no perdió tiempo en responder.

"Éste es el Maestro de Armas."

" Maestro de armas, aquí el capitán PRT Dunlow, informe entrante".

-¿Qué es? -respondió mientras seguía jugueteando con su alabarda.

" Posible evento parahumano. Recibimos una llamada del Departamento de Policía de Brockton sobre unos matones del Empire que estaban tirados en la calle. Los golpearon brutalmente y ahora están en el hospital general de Brockton".

"¿Estas seguro?"

A pesar del momento de silencio, pudo oír el ceño fruncido del capitán. "¿Si el estado en que los dejaron dice algo? Sí".

Si hubiera estado menos concentrado, Armsmaster habría hecho una pausa. "Continúa".

" Los cinco tenían huesos rotos, y cuando digo rotos, quiero decir casi destrozados. Por lo que nos dijo el médico, dos tenían las costillas casi hundidas. Uno fue encontrado al otro lado de la calle y con una conmoción cerebral, tal vez una fractura de cráneo. No tenemos informes de testigos oculares de que se haya presentado otra pandilla, y aunque un par de los muchachos creen que se trata de una lucha interna, ambos sabemos lo que probablemente está sucediendo aquí".

El héroe acorazado dejó la alabarda en el suelo y se dirigió al guantelete que tenía a su izquierda. Sacó un pequeño cortaalambres de un cajón cercano y metió la mano en la pieza de armadura abierta. Su tono pasó de cortante a calculador. "¿No hay informes? No hemos oído hablar de ningún movimiento de los Comerciantes ni de Oni Lee. ¿Cuál es la ubicación?"

" En el centro, al sureste. Les preguntamos cómo los habían golpeado como a muñecos de trapo, y el único que estaba lo bastante consciente para responder dijo, y cito: " Se oyó una profunda inhalación en el comunicador. "Un chino con cara de mono sacó un palo de la nada y les dio una paliza".

Armsmaster frunció los labios mientras un zumbido bajo, parecido a un gruñido, escapó de su garganta. Esa descripción le resultaba muy familiar. "¿Una capa con cara de mono?"

" Eso es lo que dijo. Cuando le preguntamos cómo sabía que era asiático, el pandillero dijo, y cito nuevamente: 'Llevaba una túnica de mariquita que había visto usar a los chinos en esos viejos dibujos animados'".

Por primera vez en horas, Armsmaster hizo una pausa en sus reparaciones. Frotándose la barbilla barbuda, reflexionó sobre todo lo que le había dicho el oficial. "¿Dijeron algo más? ¿Adónde fue la capa o de dónde salió?"