Gran Sabio, Igual al Cielo y Superior a Brockton

Capítulo 5

-¿Adónde has ido, Gran Rey? -gritaron-. ¡Nunca esperábamos que pudieras adquirir semejantes habilidades!

-El año en que os dejé a todos -dijo Wukong-, me dejé llevar por las olas a través del Gran Océano Oriental y llegué al Continente Aparagodānīya Occidental. Luego llegué al Continente Jambūdvīpa Sur, donde aprendí las costumbres humanas, usando esta vestimenta y estos zapatos. Anduve pavoneándome junto a las nubes durante ocho o nueve años, pero aún no había aprendido el Gran Arte. Luego crucé el Gran Océano Occidental y llegué al Continente Aparagodānīya Occidental. 17 Después de buscar durante mucho tiempo, tuve la buena fortuna de descubrir a un anciano Patriarca, que me impartió la fórmula para disfrutar de la misma edad que el Cielo, el secreto de la inmortalidad.

-¡Es difícil encontrar semejante suerte, incluso después de diez mil aflicciones! -dijeron los monos, felicitándolo. -Pequeños -dijo Wukong, riendo de nuevo-, otra alegría es que ahora toda nuestra familia tiene un nombre.

-¿Cuál es el nombre del gran rey? -Mi apellido es Sun -respondió Wukong-, y mi nombre religioso es Wukong.

-Viaje al Oeste, Capítulo 2
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Mientras Sun Wukong miraba a la delgada muchacha mientras el carruaje de metal se alejaba rugiendo, no se le ocurrían palabras. Ni siquiera en su mente.

Quedarse sin palabras era cosa de seres inferiores. En todo caso, él era el que robaba las palabras a los demás cuando veían su magnífica personalidad y destreza. Solo se había quedado sin palabras una vez más ... y nunca más. ¿Ahora dos veces en un día? ¡Absurdo!

Pero lo que vio era inconfundible.

'¿Cómo puede ser esto?'

Fijó su mirada en la aparición de la niña mientras ella comenzaba a alejarse. Su brillo era el mismo de antes, solo un poquito más fuerte que los otros destellos que había visto. Voló hacia un árbol cercano con ramas desnudas y se posó en él, tratando de vislumbrar la forma dorada de antes.

'Eso no fue una alucinación ni un truco de la mente. El poder detrás de esa forma no era mentira. Pero ¿cómo? ¿La Cigarra Dorada... aquí?'

Cambió su atención hacia la muchacha. Su sobrecamisa era holgada y descolorida, con apenas tenues rastros de su color original. Sus ojos castaños miraban hacia abajo, de vez en cuando revoloteando hacia los bordes, como si estuviera atenta a un enemigo invisible que estuviera esperando para chasquear sus mandíbulas sobre ella si perdía la concentración. Las extrañas piezas de cristal, conectadas por un marco de alambre y apoyadas sobre el puente de su nariz, eran una pieza de joyería extraña, pero él supuso que era una de las favoritas de las mujeres locales. No llevaba vestido, sino un par de pantalones oscuros. Combinados con sus hombros encorvados y su cabeza retraída, pintaban la imagen de una muchacha cansada y asustada con la que la vida no era amable.

Sin embargo, todo esto siguió siendo un detalle menor para Wukong, ya que todavía estaba concentrado en la astilla de anatema conectada a la cabeza de la niña, tratando de vislumbrar el insecto dorado mientras parpadeaba entre formas.

' La Cigarra Dorada era un discípulo de Buda, reencarnó durante diez generaciones hasta que renació como el Maestro Tang. No es extraño que un hombre se reencarne en una mujer, aunque algunos lo ven como resultado de un mal karma. Je. ¿Mal karma? ¿Del Maestro Tang? ¿Después de que alcanzó el nirvana? ¡Ahora estaría aullando de risa si no estuviera tratando de comprender la situación!'

Wukong siguió mirando la aparición, y aunque vislumbró zarcillos, alas e incluso moscas, la cigarra no apareció.

"Cuando al Maestro se le concedió la Budeidad, se liberó del ciclo del samsara... ¿Es esto una señal? ¿El Buda me está diciendo que aún no ha terminado conmigo? ¿Es obra de algún dios al que ofendí y que decidió jugar conmigo usando los recuerdos de mi maestro? ¿O es una broma cósmica, porque si lo es, ha traspasado los límites del humor en el momento en que se ha iniciado!"