Corazones Rotos y Verdades Dolorosas

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Narra Héctor:
El fin de semana finalmente llegó. Carlos, Leni, y yo habíamos planeado salir los tres juntos, como en los viejos tiempos. Pero esta vez era diferente. Este sería el último fin de semana que Carlos pasaría con nosotros antes de irse del país, y aunque trataba de no pensar en eso, no podía evitar que la tristeza me invadiera.

El plan era sencillo:
irNarra al cine, pasar el día juntos, y disfrutar del tiempo que quedaba. Pero desde hace días, algo en Leni no me cuadraba. Desde que Carlos y yo empezamos a salir, su actitud había cambiado, como si algo dentro de él lo estuviera carcomiendo. Y aunque quería ignorarlo, sabía que esta salida no sería tan sencilla como parecía.

En el cine

Llegamos al cine temprano, elegimos una película de acción que a los tres nos gustaba, y nos sentamos en la última fila. Carlos y yo estábamos juntos, nuestras manos rozándose discretamente. Pero, desde el principio, noté que Leni estaba más callado de lo normal, y su mirada no era la misma de siempre.

Carlos:

(sonriendo) Esta película va a estar genial.

Héctor:

(sonriéndole, pero con un nudo en el estómago) Sí, seguro.

Leni:

( interrumpiendo) ¿Seguro que esta es la mejor manera de pasar tu último fin de semana, Carlos? Pensé que tal vez querrías hacer algo más... emocionante. (Sonríe de manera extraña.)

Narra Héctor:
Sentí una punzada de incomodidad. ¿Qué estaba insinuando Leni? Lo miré de reojo, pero él solo me devolvió la mirada con una expresión difícil de leer.

Carlos:

(encogiéndose de hombros) Nah, esto está bien. Lo importante es pasar tiempo con ustedes.

Leni:

(en tono casual, pero con una carga oculta) Claro, claro. Solo quería asegurarme de que no te estuvieras perdiendo de algo mejor.

Narra Héctor:
Había algo en el tono de Leni que me puso alerta. Desde hace tiempo notaba su resentimiento, pero esta vez parecía que tenía algo más planeado. Traté de no prestarle demasiada atención, concentrándome en la película, pero no podía dejar de sentir que algo iba mal.

A mitad de la película

Mientras la película avanzaba, Leni empezó a hacer comentarios al oído de Carlos, lo que me hizo sentir incómodo. No podía escuchar exactamente lo que le decía, pero veía cómo Carlos se reía, y eso me incomodaba. De repente, Leni se inclinó hacia mí, con una sonrisa que no auguraba nada bueno.

Mientras la película avanzaba, el sonido de las risas de Carlos y los susurros de Leni me quemaban por dentro. No podía escuchar bien lo que se decían, pero cada vez que veía a Carlos reírse de los comentarios de Leni, una punzada de celos se clavaba en mi pecho. ¿Qué le estaría diciendo para hacerle reír tanto? Intenté concentrarme en la película, pero mis pensamientos no dejaban de divagar, preguntándome si realmente conocía a Carlos tanto como pensaba.

El malestar fue creciendo dentro de mí, y sabía que no podía hacer una escena, no quería arruinar este día. Carlos se iría pronto, y lo último que deseaba era que se fuera con un mal sabor de boca, viendo cómo su novio y su amigo se peleaban. Así que me levanté, diciendo que iba al baño, tratando de disimular la incomodidad en mi voz.

En el baño del cine

Respiré profundamente mientras me miraba en el espejo, intentando calmarme. “Es solo una tontería, no pasa nada”, me repetía una y otra vez. No podía dejar que los celos me dominaran. Carlos me había elegido a mí, y Leni... bueno, Leni solo estaba siendo Leni, siempre buscando la manera de llamar la atención.

In love with himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora