❝ 🐠 ━━ i wanna be your boyfriend, i wanna be your boyfriend, i wanna go on walks with you, i wanna have long talks with you, you can be my girlfriend ❞
˙✧˖° yandere book - taesan
˙✧˖° primer fic de taesan en wattpad.
07/06/2023
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Por primera vez en mucho tiempo, en su hogar reinaba el silencio. No había rastro de lo qué solía ser, no había gritos de por medio, tampoco había música en un volumen exageradamente alto, solo había...
Silencio.
A Roro le hubiera gustado presenciar eso, una pequeña sonrisa «más parecida a una mueca», se formó en el rostro de su madre ante ese pensamiento. Roro siempre les había pedido eso, silencio, y ellos nunca pudieron dárselo, ni siquiera cuando era bebé. Es por eso qué ahora se sienten tan arrepentidos.
Ninguno de los dos conocía lo suficiente a su hija, pues nunca se habían detenido a hablar mucho con ella desde qué la fueron a buscar después de haberla dejado cinco años en casa de sus tíos lejanos. Roro nunca había sido fan de los espacios ruidosos, cuando la llevaban a fiestas infantiles se quedaba quieta en una esquina, o se escondía debajo de la mesa más cercana. Pero después de qué volvió a casa, algo había cambiado en ella. Parecía estar aún más afectada por el ruido, pero nunca abundaron mucho en eso.
Nunca habían abundado mucho en nada, y ese fue el problema.
—No debí decirle eso, no debí decirle eso. —murmuró en voz baja la mujer, apretando débilmente la taza con té de manzanilla que había en sus manos.
Su esposo suspiro mientras se paraba detrás de ella, colocando una de sus manos en el hombro de la mujer, dándole un apretón en señal de consuelo.
—No fue tu culpa mujer, tranquilízate.
—Claro qué si lo fue... Le dije muchísimas veces qué cuando quisiera podría irse sin avisar, le dije muchísimas veces qué si se iba no me iba a importar y qué nuestra vida sería mejor... Sin ella. —al pronunciar la última palabra, su voz se quebró.—, Y no lo es, mi vida no es mejor sin nuestra bebé. —sin pensarlo dejó caer la taza y se llevó ambas manos al rostro, tapándolo para tratar de apaciguar sus sollozos y cubrir sus lágrimas. Su esposo abandonó la sala para ir a buscar algo para limpiar el desastre de líquido y vidrio.
Habían pasado dias desde la última vez qué vieron a su hija, por eso la culpa no hacía más qué atormentar a su madre. Tenia días sin dormir bien, sus nervios estaban disparados, ¿como no lo estarían?
Su bebé, su preciosa niña, no aparecía. La policía parecía ser incapaz de encontrar alguna pista que pudiera delatar el paradero de Roro. La mujer no hizo más qué ahogarse en sus lágrimas, imaginando lo qué su hija podría estar sufriendo a manos de Dios sabe quien.
¿Y si estaba atada, siendo incapaz de moverse, con su piel lastimada y en un estado deplorable?... ¡Tal vez la estaban matando de hambre, tal vez su hija tenía el rostro rojo e hinchado de tanto llorar!
O quizás... Estaba en un ambiente ruidoso, compartiendo el poco espacio qué tenía con otras chicas en su mismo estado, eso estrujó el corazón de su madre. Roro odiaba el ruido, odiaba todo lo qué interrumpiera su paz, ahora qué estaba lejos y privada de su libertad, la paz es la última cosa qué tendría.