El día de la cita finalmente llegó. Anon, vestido entre casual y formal... no le alcanzaba para ser formal, se sentía notablemente nervioso. Era su primera cita oficial con Lucy, y el hecho de ir a recogerla personalmente hacía que la presión se sintiera aún mayor. A medio camino, se encontró con Naomi, quien notó su nerviosismo y soltó una pequeña risa.
—¿Estás bien, Anon? Pareces un poco tenso— dijo Naomi, intentando aliviar el ambiente.
Anon sonrió, aunque su nerviosismo era evidente. — Es que... bueno, es la primera vez que recojo a Lucy para una cita. No quiero arruinar nada.—
Naomi le dio una palmada en el hombro. —Relájate, lo harás bien. Además, Lucy está tan nerviosa como tú. Esto es nuevo para ambos. —
Con esas palabras de aliento, siguieron caminando hasta llegar a la casa de Naomi y Naser. Anon respiró hondo antes de tocar el timbre, pero lo que no esperaba era ser recibido por un gran pterodáctilo con una expresión severa: Ripley, el padre de Naser y Lucy.
El hombre les lanzó una mirada penetrante antes de gruñir. —Pasen.—
Anon, algo intimidado, asintió rápidamente y siguió a Naomi dentro de la casa. Intentó romper el hielo con algo de conversación. —Buenas tardes, señor... —
Ripley lo miró de arriba abajo, cruzando los brazos. —Al menos tienes modales... Buenas tardes. Tú debes de ser Anon. —
—Sí, soy yo, — respondió Anon con una sonrisa nerviosa, intentando parecer amigable. — Lucy y Naser me han hablado mucho de usted. —
Ripley lo miró con más intensidad, como si estuviera evaluando cada palabra que decía. —Demasiadas veces... de hecho, algunas cosas son tan exageradas que me resultan difíciles de creer. — Aunque su tono era firme, había algo en su mirada que parecía suavizarse, como si le concediera un mínimo de respeto a Anon.
Antes de que el chico pudiera responder, una voz más cálida y amigable interrumpió. — Cariño, no seas tan rudo con él— dijo Samantha la madre de Naser y Lucy, apareciendo desde el fondo de la sala con una sonrisa. — Estábamos ansiosos por conocerte, y hola Naomi, querida. —
Naomi le devolvió la sonrisa. —Hola, señora Ripley. —
La mujer siguió hablando con tono jovial. —Anon, algún día nos gustaría invitarte a cenar. Así podríamos charlar con más calma, se que el día de hoy tienen su cita y no quiero interrumirlos —
Ripley, algo molesto por la suavidad de su esposa, chasqueó la lengua —Sí, tenemos mucho de qué hablar. —
Anon tragó saliva, claramente sintiendo la presión de aquella invitación. —Eh... ¿Qué les parece el sábado de la próxima semana? — preguntó, esperando que fuera una buena fecha.
La señora Ripley soltó una risita. — Me parece perfecto. —
Ripley asintió lentamente. —Sábado entonces. Estaré esperando. —
Naomi, que había estado observando la interacción, estaba sorprendida por lo relativamente suave que Ripley estaba siendo con Anon.
De todas las veces que lo había visto, esta era la primera vez que lo notaba tan... tolerante. Su esposa también parecía algo emocionada, lo que le daba al ambiente un aire más ligero, pero la tensión no desaparecía del todo.
Justo en ese momento, Lucy y Naser bajaron las escaleras. Naser llevaba ropa semi casual, similar a la de Anon... y una horrible chaqueta azul con flores rosas, mientras que Lucy —o más bien Fang, como Anon a veces la llamaba— llevaba un vestido sencillo de color amarillo, el calvo No pudo evitar sonreír al verla.
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Dos perdedores
RomanceDespues de un evento bastante triste, Anon y Nomi desarrollan una fuerte Amistad, cambiando el rumbo de todo, la decisión de cada personaje podría cambiar para siempre como las cosas ocurrirán, Naser, Fang, Naomi y Anon, tendrán que sentir el peso d...