Advertencia de contenido explicito fuerte y extremadamente serió y delicado, se recomienda discreción.
Naomi sabía que no podía actuar impulsivamente. Tenía que ser meticulosa, estratégica. El primer paso era descubrir qué tan mal estaban las cosas para Anon. Lo que había visto era solo la punta del iceberg, y en el fondo, lo sabía. Pero no podía quedarse con la incertidumbre; necesitaba la verdad, y la única forma de obtenerla era enfrentarse a Naser.
Decidió fingir que todo estaba bien. Actuar normal era la única forma de no levantar sospechas. Así que invitó a Naser a tomar un café, como si fuera cualquier otra tarde.
Cuando llegaron al café, todo parecía seguir su curso habitual.
Entraron, tomaron asiento, y les sirvieron sus bebidas. Naser sonreía, pensando que todo estaba bien. Pero Naomi sentía la tormenta formándose en su interior, y cuando por fin decidió hablar, todo cambió.
Mientras sujetaba su taza, su voz salió fría, casi cortante:
—¿Cuánto sabes, Naser? —preguntó, sus ojos fijos en él.
Naser frunció el ceño, confundido, sin entender el cambio repentino en el tono de su voz.
—¿De qué hablas, cariño? —respondió, intentando sonar despreocupado.
Naomi no parpadeó. Su mirada era helada, su paciencia se agotaba rápidamente.
—De lo que Fang y Trish le hacen a Anon. —La pregunta fue directa, casi como un golpe. No había espacio para juegos.
Naser parpadeó, sorprendido. No esperaba que Naomi mencionara eso, y mucho menos de esa manera. Optó por hacerse el tonto, queriendo esquivar la conversación.
—Bueno, ya sabes, lo de siempre... Que se cree perro y esas cosas raras. —Se encogió de hombros, intentando restarle importancia—. Modas extrañas, como lo de Fang con lo no binarie o la relación poliamorosa que tienen. —
La cara de Naomi se endureció al escucharlo. ¿Poliamorosa? Sintió un frío recorrerle la columna. ¿Qué acababa de decir?
—Repite eso último, —dijo ella, con voz temblorosa, sus ojos clavados en él, como si lo estuviera viendo por primera vez.
Naser, dándose cuenta de que había hablado de más, tragó saliva. Pero como siempre, su naturaleza cobarde salió a la luz. Sabía que no podía retractarse.
—Bueno, parece que los tres están... ya sabes... saliendo entre ellos. —Se encogió nuevamente de hombros. — Cosas raras de gente loca. Ya acepté que Fang está mal de la cabeza y no tiene remedio. Por eso decidí enfocarme en nosotros, en ti y en mí. —
El asco que Naomi sintió en ese momento fue casi palpable.
El horror la invadió al escuchar a Naser hablar tan casualmente de algo tan grave. Su voz se quebró cuando finalmente habló.
—Anon es tu mejor amigo. —Las palabras salieron con rabia contenida—. Él nos ha ayudado a todos tantas veces, y tú permites que lo destruyan de esta manera. ¿Por qué, Naser? —su voz temblaba entre la furia y la incredulidad—. ¿Por qué dejaste que esto sucediera? Y evitaste por todos los medios que me diera cuenta.
Naser, sintiendo que estaba perdiendo el control de la situación, dejó que la frustración lo dominara.
—¿Por qué? —repitió, su voz subiendo de tono—. ¡Porque quería que te alejaras de él! ¡Que dejaras de pensar en él todo el tiempo! ¡Yo soy tu novio, no él!
Celos. La verdad estaba ahí, cruda, evidente. Naomi apretó los puños. ¿Todo esto fue por celos? No podía creerlo. Todo lo que Anon había sufrido, todo el dolor por el que estaba pasando... ¿Y todo porque Naser estaba celoso?
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Dos perdedores
Storie d'amoreDespues de un evento bastante triste, Anon y Nomi desarrollan una fuerte Amistad, cambiando el rumbo de todo, la decisión de cada personaje podría cambiar para siempre como las cosas ocurrirán, Naser, Fang, Naomi y Anon, tendrán que sentir el peso d...