la espada de la ira y los demonios que habitan.

capitulo XIV: Spectra y Sebastian

Sherlyn se encuentra en la habitación de entrenamiento leyendo todos los libros que encuentra buscando una respuesta a la materia oscura de Víctor, mientras que toma pequeñas muestras de la misma para analizarla.

— ¿Algún avancé? — cuestiona Edea llegando a la habitación.

— Lo único que encontré es que su materia oscura es inestable. — responde mientras le acerca la muestra que tomó. — Nuestra materia oscura toma un color distintivo si es que la controlamos y no la materia a nosotros.

— Continúa.... — dice mirando la muestra.

— Nunca había visto más de un color convergiendo en la materia oscura de alguien, parece como si el estuviera en un limbo por ver que predominará al final.

— ¿Es peligroso?

— Posiblemente... — le dice mientras toma el libro. — El parece estar mal mentalmente, cuando se transforma la materia oscura toma control de el....

— Por eso es tan sádico, en sus recuerdos ví como disfrutó torturar a Meyer.

— Parece que si llega el punto dónde la materia oscura consuma sus tonalidades rojas....

— Se convertirá en lo que Spectra tanto desea....

En su casa, Victor da unas cuantas reparaciones y mantenimiento a las cabañas cerca del lago, la época de vacaciones de verano está cerca y debe tener todo listo para recibir a turistas y campistas al igual que todos los años.

Al terminar, Victor recoge toda su herramienta y tras dejarla sobre una camioneta que era de su padre camina despacio hacia las orillas del gran lago.

— No estoy listo para hacer ésto solo... — se dice a sí mismo.

— Sabía que estarías aquí. — dice una voz masculina.

Victor al dar media vuelta sonríe al ver a Patrick y se acerca para estrechar su mano.

— Mi hija me dijo que encontraste gente que te ayudará con tus poderes.

— Si... — contesta reflexivo. — Pero también quienes me quieren usar como un arma o algo así...

— Él sabía que podría pasar.

— Lo sé, también me lo dijo, pero esperé estar con el mientras lo hacía.... — suspira.

— Él confíaba en que harás lo correcto, no te preocupes.

Patrick le da una palmada en el hombro y ambos sonrien mirando a la nada.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Sabes que si, muchacho.

— ¿Conociste a mí madre?

— No, no tuve el gusto. — responde en voz baja. — Sebastian hablaba mucho de ella y se notaba que era una gran mujer.

— ¿Te contó Montse lo de aquella mujer?

— Si.... — dice pensativo. — A decir verdad no creo que esa mujer diga la verdad.

— Tampoco yo... — piensa. — Le dice hijos a los otros que están con ella...

— Estoy seguro que solo trata de convencerte.

— Eso espero....

Esa misma tarde, justo a punto de anochecer, Victor se encuentra en una habitación de su casa revisando sus cosas de cuando era niño, los juguetes le recuerdan a cuando era más pequeño, mas sin embargo nota que no recuerda mucho de ésa época por no decir que nada, sus recuerdos más cercanos son de él, pero ya viviendo solo con su padre.